CAPITULO 4
El
hombre respiró hondo y se sentó a su lado.
–Ya
sanará.
Mariana
no podía dar crédito a ese tono de voz tan impasible. Teniendo en cuenta la
cantidad de sangre que manchaba su ropa, estaba claro que la herida era grave y
aún así él no daba señales de estar dolorido.
–
¿Dónde tienes la herida?
No
contestó. En lugar de hacerlo, se pasó la mano izquierda por el cabello rubio.
Se detuvo para mirar con furia el enorme grillete de plata que le rodeaba la
muñeca derecha y, acto seguido, comenzó a tirar airadamente de él.
Por
la expresión letal y fría de sus ojos, Mariana supo que los grilletes le
molestaban más que ella.
Ahora
que estaba despierto, y no encima de ella, Mariana se quedó extasiada por la
oscura melancolía que reflejaban sus rasgos. Había algo muy romántico y
atrayente en su rostro
Algo
muy heroico.
Se
lo imaginaba, sin ningún esfuerzo, vestido como un libertino de la regencia o
como un caballero medieval. Sus facciones clásicas le conferían una cualidad
indefinible que parecía estar fuera de lugar en este mundo moderno.
–Bueno,
bueno –dijo una voz sin rostro–. El Cazador Oscuro se ha despertado.
Mariana
reconoció esa voz diabólica; era la misma persona que la había golpeado en casa
de Rochi.
–Cayo,
corazón –dijo con tono gélido el hombre que se alzaba junto a ella mientras
observaba los muros cubiertos de orín–. Aún sigues con tus jueguecitos, por lo
que veo. Ahora, ¿por qué no te comportas como un buen Daimon y te apareces ante
mí?
–Todo
a su debido tiempo, Cazador Oscuro, todo a su debido tiempo. Te habrás dado
cuenta de que no soy como los demás, que se limitan a correr para ocultarse del
gran lobo feroz. Soy el leñador malo que se encarga de matar al lobo.
La
voz incorpórea hizo una pausa teatral.
–Rochi
Esposito y tú habéis sometido a los míos a una persecución implacable. Ha
llegado la hora de que sepáis lo que es el miedo. Cuando haya acabado con
vosotros, me suplicaréis que os mate.
El
Cazador Oscuro bajó la cabeza y se rió.
–Cayo,
cielo, en mi vida he suplicado por nada; y es bastante posible que el sol se
desintegre antes de que le pida clemencia a alguien como tú.
–Hubris?
–dijo Cayo–. Me encanta castigar ese pecado.
El
Cazador Oscuro se puso en pie y Mariana vio la herida que tenía en el costado.
La camisa estaba ligeramente desgarrada y había una mancha de sangre en el
suelo, donde había estado sentado.
Pero
no dio muestras de estar dolorido.
–Dime,
¿te gustan tus grilletes? –preguntó Cayo–. Son de la fragua de Hefesto. Sólo un
dios, o una llave hecha por el mismo Hefesto, pueden abrirlos. Y puesto que los
dioses te han abandonado…
El
Cazador Oscuro estudió la habitación. La ferocidad que reflejaban sus ojos habría
espantado al mismísimo diablo.
–Voy
a disfrutar tanto matándote…
Cayo
soltó una carcajada.
–Dudo
mucho que tengas la oportunidad de hacerlo cuando tu amiguita descubra lo que
eres.
El
Cazador Oscuro lanzó una rápida mirada a Mariana, avisándola que se mantuviera
callada. Pero no hacía falta que lo hiciera. Lo último que pretendía era
traicionar a su hermana.
–
¿Por eso nos has encadenado? –preguntó el desconocido–. ¿Quieres vernos luchar?
–Uf,
no –dijo Cayo–. Nada más lejos de mi intención. Por mí no habría problema en
que os mataseis el uno al otro, pero lo que pretendo es liberaros al amanecer.
Para entonces, el Cazador Oscuro se convertirá en la presa, y yo voy a
disfrutar enormemente con la persecución y la tortura a la que pienso
someterte. No hay ningún escondite donde no pueda encontrarte.
El
Cazador Oscuro sonrió con arrogancia.
–¿Te
crees capaz de darme caza?
–Claro.
Por supuesto que sí. Por si no lo sabes, conozco tu punto débil mucho mejor que
tú.
–No
tengo ningún punto débil.
Cayo
se rió.
–Así
habla un verdadero Cazador Oscuro. Pero todos tenemos nuestro talón de Aquiles,
especialmente aquellos que servís a Artemisa. Y tú no eres ninguna excepción.
Mariana
juraría que había escuchado al tal Cayo relamerse de satisfacción.
–Tu
debilidad es tu nobleza. Esa mujer te odia y, aun así, no la matarás, por mucho
que suponga una amenaza para ti. Mientras ella intenta matarte, tú la
protegerás de mí con tu propia vida. –Cayo lanzó una siniestra carcajada–. No
puedes soportar que un humano esté en peligro, ¿no es cierto?
–Cayo,
Cayo, Cayo… –rezongó el Cazador Oscuro–. ¿Qué voy a hacer contigo?
–No
te atrevas a hablarme así.
–¿Y
por qué no?
–Porque
no soy ningún Daimon asustado que huye de ti temblando de miedo. Soy tu peor
pesadilla.
El
Cazador Oscuro soltó un bufido de burla.
–¿Por
qué utilizas tantos tópicos? Venga, Cayodesastre, ¿no eres capaz de decir algo
original en lugar de recurrir al guión de una película de serie B?
Un
furioso gruñido resonó en la estancia.
–Deja
de burlarte de mi nombre.
–Lo
siento, tienes razón. Lo menos que puedo hacer es mostrarte algo de respeto
antes de matarte.
–
¡Ja! No vas a matarme, Cazador Oscuro. Eres tú el que va a morir en esta
ocasión. ¿No has pensado en lo mucho que ella va a retrasarte? Por no mencionar
a sus amiguitos. Se echarán sobre ti como una manada de perros salvajes. Y, si
yo fuese tú, rezaría para que fuese eso exactamente lo que me sucediese. Jamás
has experimentado el sufrimiento que voy a infligirte la próxima vez que nos
encontremos.
El
Cazador Oscuro sonrió sin despegar los labios al escuchar las amenazas de Cayo.
–Estás
sobrevalorando tus habilidades.
–Ya
lo veremos.
Mariana
escuchó el clic de un micrófono.
El
Cazador Oscuro volvió a tirar con fuerza de los grilletes.
–Voy
a matar a ese desecho de película de terror.
–¡Eh,
eh, eh! –bufó Mariana al ver que su propia mano era zarandeada mientras él
intentaba liberarse–. Ese brazo está unido al mío.
El
desconocido se detuvo y la miró. Al instante, sus ojos se suavizaron.
–Gemelas.
Jamás se le habría ocurrido. ¿Tienes alguna idea de dónde puede estar tu
hermana?
–Ni
siquiera sé dónde estoy yo ni la hora que es. Y ya que nos ponemos, no sé lo
que está sucediendo. ¿Quién eres y quién es ese tipo? –Al instante, bajó la voz
y añadió–: ¿Puede oírnos?
Juan
Pedro negó con la cabeza.
–No,
ha apagado el micrófono. Por ahora debe estar ocupado planeando su venganza al
mejor estilo Igor. No sé tú, pero yo lo imagino frotándose las manos y riéndose
a carcajadas como Dexter; ya sabes, el del Laboratorio de Dexter.
Juan
Pedro la estudió un momento. No parecía estar histérica… todavía, y ojala
siguiera así. Decirle que Cayo era un demonio que sobrevivía extrayendo el alma
a los humanos –y que iba tras su hermana– no era la mejor manera de mantenerla
calmada.
Claro
que, dada la inclinación que su gemela demostraba hacia la caza de vampiros,
para la chica no supondría ninguna sorpresa saberlo.
Cerrando
los ojos, se introdujo en la mente de su forzosa compañera y encontró la
confirmación de sus sospechas: en el fondo tenía miedo, como era natural.
Pero
al contrario que su gemela, ésta no se apresuraba a sacar conclusiones, aunque
era innegable que sentía curiosidad por la situación en la que se encontraban y
también la enfurecía. Posiblemente pudiese contarle toda la verdad sin que ella
alucinara, pero claro, tenía que tener en cuenta que era su naturaleza de
Cazador Oscuro lo que le obligaba a conocer todos los hechos para poder
analizar una situación. En ese momento, la chica no necesitaba saberlo todo; lo
esencial sería suficiente. Con suerte, podría librarlos a ambos de los
grilletes sin tener que revelarle nada sobre sí mismo.
–Me
llamo Thiago–le dijo solemnemente–. Y ese tipo es el hombre que quiere hacer
daño a tu hermana.
–Gracias,
pero eso ya lo he captado –le contestó Mariana, frunciendo el ceño. Debería
estar asustada por todo lo que estaba sucediendo, pero no era así. Estaba
demasiado furiosa para asustarse. Lo último que quería era verse mezclada en
las locuras de su hermana.
Por
otro lado, le alegraba que la hubieran cogido a ella por error, ya que Rochi no
habría dudado en hacer cualquier maniobra kamikaze que la hubiese llevado a la
muerte. Alzó la mirada para observar al Cazador Oscuro y frunció aún más el
ceño. ¿Cómo es que conocía a Rochi? Y pensándolo bien, ¿cómo es que podía
distinguirlas cuando su propia madre tenía problemas para hacerlo?
–¿Eres
uno de los amigos de mi hermana?
Él
la miró sin ningún tipo de expresión antes de ayudarla a ponerse en pie.
–No
–contestó mientras se daba pequeñas palmaditas en el pecho, las caderas, la
espalda y las piernas.
Lali
intentó no fijarse en ese cuerpo tan increíblemente atlético cuando su mano fue
arrastrada por el grillete. Pero, al rozar por accidente la parte interna de su
muslo, creyó que acabaría gimiendo. Ese hombre había sido creado para disfrutar
del sexo y de la velocidad. Una lástima que no fuese su tipo. De hecho, era la
antítesis de lo que ella encontraba deseable en un hombre.
¿O
no?
El
Cazador Oscuro lanzó una maldición.
–Por
supuesto, me ha quitado el teléfono –murmuró, antes de moverse y arrastrarla
con él hasta la puerta.
Después
de comprobar el pomo de la cerradura, observó atentamente los goznes.
Mariana
arqueó una ceja al ver que se desataba la bota izquierda y se la quitaba.
–
¿Qué estás haciendo? ¿Preparándote para darte un chapuzón?
Él
le contestó con una sonrisilla de suficiencia muy masculina antes de inclinarse
para recoger la bota del suelo.
–Intentando
salir de aquí. ¿Y tú?
–Intentando
no irritarme por tu presencia.
Una
chispa de diversión se reflejó en sus ojos antes de concentrarse de nuevo en la
puerta.
A
Mariana observó cómo apretaba una de las extrañas incrustaciones plateadas del
talón de la bota y, de repente, una afilada hoja de unos doce centímetros
surgió de la puntera. Definitivamente, este tipo era de los que le gustaban a
su hermana. Comenzó a preguntarse si también llevaría shurikens en los
bolsillos.
–Ooooh
–exclamó ella con sequedad–. Escalofriante.
Él
la miró muy serio.
–Nena,
aún no has visto nada escalofriante.
Mariana
sonrió ante su comportamiento de chico duro al más puro estilo Ford Fairlane, y
soltó un bufido muy poco femenino.
Él
la ignoró. Usando la hoja retráctil, intentó hacer saltar los goznes oxidados.
–Vas
a romper la hoja si no tienes cuidado –le advirtió ella.
Él
la miró con una ceja alzada.
–No
hay nada en este mundo que pueda romper esta hoja. –Apretó los dientes y golpeó
la bota con el puño–. Y parece ser que tampoco hay nada en este mundo que mueva
los goznes. –Pero siguió intentándolo un poco más–. ¡Joder! –masculló dándose
por vencido. Replegó la hoja y se inclinó para ponerse de nuevo la bota. La
parte de atrás del abrigo se abrió al moverse y Mariana fue premiada con una
encantadora vista de su trasero.
¡Uf,
sí! Bonito culo.
La
boca se le secó cuando lo vio alzarse de nuevo hasta alcanzar su metro noventa
y cinco de estatura.
Contiaura......................................................................................................
Hola!!!! bueno aca dejo cap!! pronto se viene lo mejor creo!
Una pregunta? les gusta la nove?pasa q casi nadie lee ya o al menos eso me parece a mi!igual aprecio a las q siempre estan hay!! asiq mejor pregunto,la sigo subiendo?? plis necesito su opinion.
Me hacen un favor pasan por algolaliterdistinto.blogspot.com
Ahi tambien tenemos el mismo problema de audiencia :(
Besos las quuieroooo
An
@Angie_232alma
Me encanta!!! más!!!
ResponderEliminarme encanta la noveeeeeeee
ResponderEliminarMas
ResponderEliminarmas nove por favor
ResponderEliminarMass mass
ResponderEliminarme encantaa
ResponderEliminarmassssss
ResponderEliminarmassssssssssssssssssssssss
ResponderEliminarno entiendo mucho pero me encanta la nove
ResponderEliminarme encanta! mas
ResponderEliminarLali ha tenido una buena vision del cuerpazo
ResponderEliminarMe encanta la novela siguela Angie.
ResponderEliminarEn mi opinión esta buenísima me leí la primera parte y tiene trama genial falta que se desarrolle más para agarrarle el hilo :)
ResponderEliminarAhdgdjjeihfu quisiera ser lali.y tener esa vision jajajajajaja
ResponderEliminarOtroooooooo
Besos!!!!
a mi me encanta ya leí la primera es me ncanto espero que la sigas subiendo
ResponderEliminarESTA BUENISIMA ESPERO QUE LA SIGAS SUBIENDO PORFA ME ENCANTA
ResponderEliminarME ENCANTA MAS MAS MAS MAS MAS
ResponderEliminarMe gusta la nove, sube más seguido y ya quiero que Rochi la empareje con Peter jaja
ResponderEliminar@Masi_ruth
jajajaj me parece uqe esta pareja va a ser mas pasional de la de PEter y Lali de la novela que subio Juli :P jajajaaj
ResponderEliminarYo tambien me quedaria mirando a Peter si tuviera la posibilidad! ajjajaja
Y ¿quien es Hubris?
Espero mas!
Besos @giadagr
PD: perdon si no firme antes, pero no tuve tiempo :(
VOLVI por fin jajajajaj...ahora que hace lali mirandole el culo jajajajaja...estoy un poco confundida como thiago??? jajajaj
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