Capítulo 13
La reunión le
llevó más tiempo del que había pensado. Pero al final del encuentro, Peter se
alegró de que la construcción del club de yates siguiera en pie.
Después de
despedirse de las autoridades se dio cuenta de que los directivos del proyecto
se habían quedado a un lado para hacer algún comentario acerca de la reunión,
pero él estaba deseoso de irse.
Seguía
pensando en Lali, en su aspecto cuando él la había dejado, vestida solo con una
camiseta y con las mejillas rosadas.
Cuando se
marcharon las autoridades, uno de los directores le dijo:
—Victor ha
estado intentando ponerse en contacto contigo. Por un asunto relacionado con
Theron Herakleides y un proyecto griego.
Peter frunció
el ceño. Se había olvidado del abuelo de Lali.
—Me ocuparé
de ello —asintió Peter.
Miró su
reloj. Había estado dos horas alejado de Lali. No sabía en qué momento había
empezado a obsesionarse con ella.
—Si todo está
en orden, prefiero dejar los comentarios para otro día. Tengo que marcharme.
Los hombres
se sonrieron.
—Nos hemos
enterado del souvenir que te has traído del Caribe —bromeó uno de ellos.
Aquella
camaradería de hombre a hombre era habitual en aquellos ambientes. Había que
aguantarla.
—El souvenir
se llama Lali Esposito Herakleides —le
informó—. Y te recomiendo que te guardes las bromas si valoras tus negocios
aquí, porque ocurre que además será mi esposa.
Los hombres
se quedaron callados. Peter miró a los tres. Parecían sorprendidos. No más que
él, que tenía la sensación de haberse arrojado al vacío.
¿Realmente
había dicho aquello? Sí, lo había hecho. Debía enfrentarse a ello.
Los hombres
lo miraron como si esperasen que Peter se riese y les dijera que todo era una
broma.
—¿No tenéis
nada que decir? —dijo con tono burlón.
—Enhora buena
—murmuró uno de los hombres, claramente incómodo.
Los otros
hicieron lo mismo que su compañero.
—Gracias
—respondió Peter, pensando que a Lali le habría encantado estar allí para verlos.
Aquella escena dejaba pequeña a la representación que había hecho delante de su
abuelo el día antes—. A ver si hacéis una buena colecta para el regalo de mi
boda cuando llegue el momento...
En aquel
momento, deberían haberse reído, pero se quedaron confusos.
¿Por qué? No
comprendía. Luego se dio cuenta. Se trataba de Daniela.
¿Acaso creían
que su relación con Daniela había sido algo más que lo que había sido? Sintió
rabia.
Se alegraba
de que Lali no estuviera allí, porque, de ser así, su posesiva cabecita no
habría parado de funcionar.
Pero le
gustaba que Lali fuera posesiva. Le gustaba que fuera vulnerable y que llorase.
Le gustaba que usara vestidos rosas ajustados...
No hacía más
que pensar en Lali. En las últimas veinticuatro horas, Lali había ocupado un
lugar muy importante en su vida.
—Y tened
cuidado con los comentarios que hacéis en su presencia —dijo, serio—. Ella es
especial. Y espero que la tratéis como alguien especial. Espero que se lo
advirtáis a otras personas.
Si eso no los
convencía de que Daniela y él no tenían nada que ver, ¿qué otra cosa los
convencería?
—De acuerdo,
jefe —dijeron al unísono.
Cuando se
marcharon, Peter se preguntó cuánto tardaría en circular la noticia en San
Esteban.
Lali estaba
en el salón cuando volvió Peter. Al oír la puerta, se estremeció. Estaba
mirando una foto. Se trataba de una hermosa mujer, de pie, ¡rodeada de cuatro
hombres muy apuestos!
Uno de los
hombres era Peter. Los cuatro parecían dispuestos a adorar a esa mujer.
—Fue tomada
en la boda civil de Daniela, en Inglaterra —le dijo Peter.
Ella se
sobresaltó y lo miró. Se había quitado la chaqueta del traje, pero seguía
teniendo la corbata. Como siempre, estaba muy atractivo, pensó Lali.
—Es hermosa
—dijo Lali, desviando la mirada de Peter.
Él sonrió y avanzó
hacia la fotografía.
—Victor Frayne
—señaló—. Daniela, por supuesto, y el jeque Noah Al-Qadim. El gigante es el
hermano del jeque Noah Al Qadim, el jeque Rafiq Al-Qadim, aunque se niega a
aceptar el título —agregó.
—¿Por qué?
—Es una larga
historia. Recuérdame que te la cuente algún día —dijo con humor.
Pero no
pareció muy contento cuando dejó la foto en su sitio.
—¿Hay alguna
posibilidad de que lo conozca? —preguntó Lali.
Si la familia
Al-Qadim estaba en San Esteban... Si se alojaban en aquella misma casa,
entonces ella...
—No. No va a
ningún sitio sin su hermano, y su hermano está haciendo un crucero por el
Mediterráneo, como te he dicho.
—Esta es su
mansión, ¿no? —preguntó ella acusadoramente.
—Victor la
diseñó, Daniela la amuebló. Todos la usamos cuando estamos en España. Es un
lugar cómodo para vivir cuando estamos aquí.
Lali se
imaginó a Daniela y a Peter juntos en aquel lugar.
—¿Y dónde
está Daniela ahora? —le preguntó ella.
—Con su
marido, en su yate. Victor voló a Londres ayer, cuando supo que yo venía a
sustituirlo aquí.
—Así que has
pensado, ¿por qué no sustituirla por Lali?
Peter achicó
los ojos al oír su tono.
—¿Qué quieres
decir?
—Quiero decir
que no me gusta ocupar el lugar de nadie.
—¿De quién
exactamente?
—Hay ropa de Daniela
en un ropero... ¡Y es justamente la habitación que está al lado de la tuya!
—¿Te molesta?
—murmuró él.
—Sí, me
molesta. Me molesta que te hayas atrevido a traerme a tu sórdido nido de amor,
¡y que me hayas hecho el amor en la misma cama en la que probablemente le hayas
hecho el amor a ella!
Él la miró
con ojos asesinos. Ella tembló.
—Te doy un
consejo: el hablar por hablar es peligroso cuando se trata de la familia
Al-Qadim. Así que cierra la boca y escucha: Daniela y yo no somos amantes, ni
lo hemos sido nunca. Métetelo en la cabeza, Lali, porque no voy a repetírtelo.
Pero él diría
aquello de todos modos para proteger su amor por Daniela, pensó Lali.
—Me marcho
—dijo Lali.
Él no dijo
nada, solo la miró con ojos de acero.
—¿Vuelves con
Aidan Galloway? ¿Vuelves con los jóvenes a los que puedes manejar mejor que a
mí?
Ella se
detuvo.
—Al menos, a
Aidan le importan mis sentimientos.
—¿Poniendo
droga en tu bebida?
—Te he dicho
que no ha sido Aidan.
—¡Ah, sí! Era
otro. Es curioso que te acuerdes de él solo cuando amenazo con estrangular a
Aidan...
Ella se dio
cuenta de que Peter todavía no creía que no fuera Aidan.
—¡Fue Raoul
Delacroix quien adulteró mi bebida! —gritó furiosamente.
«Raoul
Delacroix...», pensó Peter. Seguramente habría dicho el nombre del primero que
se le había cruzado por la cabeza. Pero recordó la mirada de contrariedad del
francés en el bar de la playa cuando lo había visto apartarse de Lali.
—No sé qué
derecho tienes a meterte en mi vida después de lo que has hecho tú aquí, en
esta casa.
—¡Daniela no
tiene nada que ver en esto! —gritó él.
—¡Y Aidan
tampoco!
—Vete, si
quieres —dijo él.
Lali se dio
la vuelta, pero él vio sus labios temblorosos y las lágrimas en sus ojos. Peter
se maldijo, porque sabía que iba a ceder.
—Pero... yo
me iré contigo —decidió Peter.
Se acercó a
ella. El anillo brillaba aún en su dedo cuando Lali alzó la mano para enjugarse
una lágrima.
«Mis
lágrimas, mi anillo... Mi mujer», pensó Peter.
Le dio la
vuelta y, besando sus lágrimas, le dijo:
—Adonde sea.
A un hotel, a un apartamento en San Esteban. Podemos alquilar otra de las
mansiones si lo prefieres...
Lo que ella
hubiera preferido hubiera sido no amarlo tanto.
—Lo que
preferiría sería que Daniela Al-Qadim no existiera.
—Olvídate de Daniela.
—Si tú te
olvidas de Aidan —respondió ella.
Lali lo miró
a los ojos. Estaban enfadados porque estaban dando el brazo a torcer. Pero sus
cuerpos decían otra cosa. Eran hambrientos amantes que se saludaban.
—Entonces,
¿adónde quieres que vayamos para continuar esto? —preguntó él, lleno de deseo.
Ella también
lo deseaba. Lo besó y luego murmuró.
—Aquí está
bien. Es un lugar cómodo, ¿no crees?
Holaa,vieron? jaja esq Lali puede irritar a cualquiera,esperemos q pronto se de cuenta de q Peter la ama a ella y q Daniela es su pasado,aunque le tiene cariño pero nada mas.
Bueno firmen y suboo mass
Besos
@Angie_232alma
me encantooooo sube otro por favor!!!!
ResponderEliminarYo quiero más!!!!!
ResponderEliminar@ROCHI16TA
Es un poquito estresante, pero porque es insegura!!! parece que no lo fuera pero si analizas bien es muy insegura!!!
ResponderEliminar@ROCHI16TA
Pasate por mi blog esencialaliter.blogspot.com
ResponderEliminarEstán locos el uno por el toro la convicción no le dura nada je! me encanta más!!
ResponderEliminarEstán los dos x igual ,no soportan k en sus vidas haya habido otras personas ,aunque no sucediese nada entre ellos ,tan solo cariño.
ResponderEliminarBOLUDA SI NO PONES CAP MAS SEGUIDO AHI SI QUE ME LA VOY A LEER COMPLETITA DEL COMPU AMIGA NO ME DEJES SIN NOVE TANTO TIEMPO PLISSS jajajjajaTE ADORO
ResponderEliminarSube mas por favor, me encantaa,
ResponderEliminarMientras no confien en el otro tendrán más peleas pero no pueden evitar que se desean.
ResponderEliminar@Masi_ruth
que lali deje de ser tan insegura! me encanta que ya estan actuando como una pareja.
ResponderEliminarMaas novee
Ah que histéricos me encanto quiero otro! besos Naara
ResponderEliminarmassssssss
ResponderEliminarmas mas mas mas!!!!
ResponderEliminar++
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ResponderEliminar++++
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ResponderEliminarmás noveeeeeeee
ResponderEliminarnanananan quiero mas nove, como podes dejarnos asi? ehhh
ResponderEliminarrtengo nove laliter, si queres pasate :D http://lalitertrueloveneverdies.blogspot.it/
angieeeeeeeeeee!!!!!
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