miércoles, 11 de diciembre de 2013

Capitulo 17



Capítulo 17


Lali estaba soltando juramentos en el jardín. Estaban dirigidos a un inglés alto y moreno, idiot@, y sin corazón.
No estaba contenta. Todo el mundo en casa de su abuelo en Atenas sabía que no estaba contenta. Se había peleado con su abuelo. Nunca se peleaba con su abuelo...
Pero, igual que el inglés, su abuelo no tenía corazón. La había decepcionado. En el momento en que había necesitado consuelo y apoyo, se los había negado con una brusquedad terrible.
—No, Lali. No dejaré que hagas esto —le había dicho.
—¡Pero tú no tienes nada que opinar en esto! —había gritado ella.
—En este tema, sí. Te di dos semanas para que te aclarases acerca de ese hombre. Cuando viniste y me dijiste que lo adorabas, cedí a tus deseos, como un estúpido, y seguí organizando la fiesta de esta noche. Por lo tanto, no dejaré que me pongas en ridículo, ¡cancelando el Lalinto a estas alturas!
—¡Pero no tengo a ningún hombre al que prometerme!
—Entonces, encuentra uno —le aconsejó—. O bailarás sola esta noche, preciosa mía, con tu honor por el suelo y el orgullo de los Herakleides Esposito  tirado a su lado...
—No puedes decirlo en serio...
Pero lo decía en serio. Por ello Lali estaba en el jardín pensando qué debía hacer en relación a la fiesta que no quería celebrar, con el compromiso con un hombre que no estaba allí para compartir con ella ambas cosas, ¡aun si ella lo quisiera!
¿Dónde estaba Peter?
¿Estaría con Daniela? ¿Adorando lo inalcanzable mientras su sufrido marido aguantaba la farsa para salvar la cara?
¡Deseaba que lo hubieran arrojado a una mazmorra!
Pero, ¿dónde estaba Peter?, gritaba su estúpido corazón.
Era sábado. El día antes había dejado un mensaje en el contestador del teléfono de San Esteban, diciéndole que la llamase. ¿No podría haber hecho eso al menos?
«Quiero que venga». «No quiero que venga», se decía Lali todo el tiempo. Se ponía de pie. Se sentaba.
Miró hacia abajo. Se pasó el pulgar de la mano derecha por el dedo anular de la mano izquierda, donde solía llevar el anillo que le había regalado Peter.
Echaba de menos el anillo. No soportaba vivir sin Peter...
—Lali...
—Vete, abuelo... —no quería hablar con nadie.
—Ha habido una llamada telefónica para ti...
—¿De Peter? —se puso de pie de un salto. Al ver la cara de tristeza de su abuelo habría deseado que la tragase la tierra.
—Era Aidan Galloway —dijo su abuelo—. Estaba en el aeropuerto y ha dicho que vendría a verte. Le he dicho que te alegraría verlo.
—¿Por qué? —preguntó ella, a la defensiva—. ¿Crees que Aidan puede sustituir a Peter?
Theron se rió. Lali sintió más rabia aún.
—No es una mala idea, cariño. Estará aquí dentro de pocos minutos. Dejaré que se lo sugieras —su abuelo se alejó, riéndose aún.
Su abuelo disfrutaba con aquello, gruñó ella en silencio. Hasta entonces no se había dado cuenta del sentido del humor tan retorcido que tenía Theron Herakleides. ¿Le divertía verla sufrir?
Theron se detuvo, pensando si debía decirle lo que sabía para sacarla de aquella desesperación. Había estado en contacto con Victor Frayne por el proyecto griego. Y Victor le había informado acerca de la repentina partida de Peter.
Estaba seguro de que iba a ir a pedir la mano de su nieta. Pero era mejor no decírselo a Lali. Estaba demasiado acostumbrada a que todo saliera a su antojo. Había crecido sin sufrir ninguna pena. Era inteligente, tenía gracia, encanto e ingenio. Y sabía cómo usar sus virtudes para conseguir sus objetivos con facilidad. Pero el amor era algo que debía trabajarse para que desarrollase su máximo potencial. Debía experimentar el sentimiento de temor a perderlo para que lo apreciara en todo su valor, y para que no se arriesgase a volver a perderlo.
¿Por qué sentía que Lali necesitaba pasar por aquello? Porque Peter era un hombre de carácter, había descubierto.
Peter llegó a Atenas y tuvo que acelerar el paso en un aeropuerto que estaba lleno de gente.
Tomó un taxi, colándose en la cola, por medio de un billete de cincuenta dólares que puso en la mano del taxista. El viaje a través de la ciudad lo puso nervioso. El calor, las calles atestadas de gente, y el hecho de haber decidido viajar a Atenas antes de haberse asegurado de que Lali no estuviera en San Esteban aumentaban su estrés. Así que, en el momento en que el taxi atravesó los portones de la mansión de los Herakleidess, empezó a arrepentirse de aquella decisión impulsiva de ir tras Lali.
El taxi se detuvo frente a la mansión de piedra de estilo griego clásico. Una criada abrió la puerta y sonrió al reconocerlo de otras veces que había estado allí. Cuando le dijo que quería ver a Lali, la mujer le ofreció llevar su maleta adentro y lo invitó a ir al jardín que había en el fondo de la casa.
Peter se sintió aliviado de saber que su intuición lo había conducido al lugar correcto.
Era media tarde cuando salió a la terraza. El aire cálido le hizo recordar al Caribe. Caminó y se detuvo frente a una escalinata que bajaba hasta el jardín. Este era un estallido de colores del verano. Desde aquella altura, podría ver a Lali.
La vio inmediatamente. Habría sido imposible no verla, porque llevaba una camiseta rosa ajustada, con una falda corta de color lavanda. Sobresalía en aquel jardín colorido como la flor más hermosa. El corazón de Peter empezó a latir aceleradamente al anticipar la sensación de estrecharla entre sus brazos. La vio moverse. Se dio cuenta de que no estaba sola. Se encontraba en el mismo lugar donde la había visto por última vez en casa de su abuelo... ¡Y como aquella vez, ahora estaba en los brazos de un hombre! ¡En brazos de Aidan Galloway!
La realidad lo golpeó sin piedad. Parecía una broma. Casi se rió. Pero no estaba de humor para reírse. «Date la vuelta», se dijo. «Vete», pensó. Había sido un tonto.
—¡Oh, Aidan! —Lali sollozaba en el hombro de Aidan—. ¡He sido una tonta!
—No eres la única —respondió Aidan.
—Él no va a venir, y yo he dejado ese estúpido mensaje en el contestador...
—Te comprendo. Debes de tener el mensaje en la cabeza todo el tiempo... Lo sé... Es una tortura.
—Odio a Peter Lanzani—sollozó Lali en su hombro.
—A mí me gustaría poder odiar a Corin... —murmuró él.
—¡Oh! —Lali tocó su mejilla—. ¿Ella sigue...?
—Sí.
Peter observó la escena. Lali estaba en su papel de siempre, pensó Peter amargamente.
Sintió ganas de cometer un asesinato. Estaba a punto de dar el primer paso para cometerlo cuando una mano le tocó el brazo. Peter se sobresaltó, y estuvo a punto de dar un puñetazo a Theron Herakleides.
—Venga adentro, señor Lanzani —dijo serenamente el abuelo de Lali.
—Es Aidan Galloway el que está con ella —murmuró Peter.
—Lo sé —asintió Theron—. Pero un hombre furioso no se enfrenta a uno más débil. Así que, venga, adentro —repitió—. Tengo un asunto de que hablarle.
Peter pensó en negocios.
—Deje sus propuestas de negocios para otra persona —le dijo a Theron, quitándose la mano del anciano de su hombro—. Me marcho —se dio la vuelta para entrar en la casa nuevamente.
Theron lo siguió.
—Tenga cuidado con lo que dice en este momento, señor Lanzani —le aconsejó—. Porque aquí, en Grecia, un hombre puede ser llevado a los tribunales por dejar plantada a su prometida...
Peter se sintió irritado por aquellas palabras.
—No ha habido compromiso —comentó.
Había sido todo un plan orquestado por aquella pequeña bruja.
—Hay muchos testigos en San Esteban que dirían lo contrario.

Peter se detuvo, se giró y miró al abuelo de Lali, sabiendo que no había terminado de hablar.
—¡Ah! —dijo Theron—. Veo que me comprende. Entonces, iremos adentro para seguir hablando acerca de este acuerdo.
Theron abrió la puerta de su despacho y entró. Después de un momento de duda, Peter lo siguió con la palabra «acuerdo» sonando en su cabeza.
El despacho de Theron estaba decorado y amueblado en consonancia con la sólida personalidad de su dueño.
—Entonces... ¿De verdad cree que puede devolverme a mi nieta como si fuera una mercancía usada y rota sin pagar un alto precio?
La palabra «rota», le dio risa.
—Pídale a Aidan Galloway que pague su precio —sugirió—. Él tiene el dinero. A mí no podrá sacarme un solo centavo.
—Lali lo ama.
—¡Tonterías! —explotó Peter de pronto—. ¡Abra los ojos, Theron! ¡A Lali solo le interesa la excitación de la seducción!
A través del ventanal del despacho de su abuelo, Lali oyó la voz de Peter. Se quedó paralizada un momento, y luego se dio la vuelta para mirar hacia la casa.
—Tenga por seguro que Aidan Galloway estará deseoso de ocupar su lugar esta noche. La celebración del compromiso de Lali tendrá lugar esta noche, esté usted o no a su lado. Lali está resignada a ello. Usted ha roto su corazón, y ahora a ella le da igual el hombre que comparta su cama.
Peter sintió que aquellas palabras eran como balas.
¿Estaría Lali intentando seducir a Aidan Galloway para que ocupase su lugar? Sintió rabia. Él conocía bien las artes de persuasión que tenía Lali.
—¿Qué quiere de mí, Theron? —preguntó.
—Quiero que honre las promesas que me hizo en el Caribe —respondió el viejo.
—Hablaré con Lali —dijo Peter, rabioso con ella.
¡Lali jugaba con los sentimientos de los hombres! ¡Había nacido con un don especial para hacer el amor! ¡Y no iba a permitir que nadie más lo supiera!
—No lo hará sin el derecho a hacerlo —dijo Theron.
—Explíquemelo —insistió Peter.
Theron puso varios documentos encima del escritorio.
—Usted conoce los términos. Firme, y podrá hablar con mi nieta. Si no firma, será como dejársela a Aidan Galloway.
«¡Ah!», pensó Peter. Aquel era el acuerdo para proteger el dinero de Theron. Casi se rió en la cara del anciano mientras tomaba la pluma y firmaba.
—Y ahora, si me permite... —dijo Peter fríamente.
—¿No cree que debería leer lo que acaba de firmar? Es poco sensato firmar un documento sin leerlo. Podría haber entregado toda su fortuna sin saberlo.
—¿Qué fortuna? —preguntó Peter, burlón. Su fortuna estaba afuera, en brazos de otro hombre.
—Es un mentiroso, Lanzani —dijo Theron. Luego se rió—. ¿Cree que iba a dejarlo seducir a mi nieta y casarse con ella sin hacer una investigación? Usted es un Lanzani de Caledonia, de la línea de barcos mercantes. Su abuelo la vendió en los sesenta y murió en los ochenta, dejándole tanto dinero, ¡que hasta podría comprar mis empresas!
—¡Ah, mis credenciales! —exclamó cínicamente, Peter—. ¿Cuánto tiempo hace que planeó esto? —preguntó.
—¿Casarlo con mi nieta? Hace dos semanas empezó a ser digno de consideración cuando mi sobrino, Leandros, dejó escapar cuánto dinero había invertido usted en San Esteban —contestó Theron—. Un simple arquitecto, aunque sea un genio, ¡no puede ganar tanto dinero! ¡Tengo un gran instinto para estas cosas! —exclamó Theron, divertido—. Así que hice averiguaciones, por curiosidad, como comprenderá, y por el bien de Lali, por supuesto.
Peter miró el documento que acababa de firmar, y comenzó a preguntarse qué había hecho.
—No le servirá de mucho. Vivo de lo que gano. Todo el dinero que me ha dejado mi abuelo está en fideicomisos para mis futuros hijos.
—Para mis nietos —asintió Theron—. Exactamente.
O sea que de aquello se trataba.
—O sea que Lali está a la venta, al mejor postor...
Theron se puso de pie, lleno de ira.
—¡No hable de Lali en ese tono! ¡Ya he aguantado que se ría de mí ocultando su riqueza cuando estoy bien documentado acerca de su fortuna! Pero, piense en Lali, ¡y dígame si ella distingue entre el hombre que la ama por sí misma y aquel que la ama por el dinero que heredará un día!
—Así que cree que encontrándole un marido con más dinero que ella la protege de la decepción y del desamor —gritó Peter, furioso—. ¡Tener dinero en el banco no es garantía de amor, Theron! ¡Solo es... dinero en el banco! ¡Yo podría romper su estúpido y despiadado corazón igual que cualquiera!
—Si usted fuera un hombre capaz de hacer eso, ¡no estaría aquí discutiendo esto!
—¡Ella piensa que yo estoy enamorado de otra mujer! —gritó a Theron—. ¿Quiere hacerme creer que sus detectives no se lo han dicho?
—Si no se lo han dicho, ahora lo sabe —dijo otra voz más serena.



Holaaa,como estan ? chicas como vieran la ultima vez subio Mar (Gracias amiga) y algo les dijo de q estaba super complicada,estuve un tiempo sin internet y encima estaba con examenes x eso no e estado x aqui,pero vengo a terminar la nove q dicen ? firmen mucho y suboo,gracias a las q estan siempre ahi y no se olvidan de mi a pesar de todo jaja las quiero ♥♥

@Angie_232alma

26 comentarios:

  1. Ay peter esta re enamorado de lali y la otra con el tipo

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  2. Por favor, sube lo que queda de novelaD: Ya esperamos bastante, por fa:c

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  3. Aaa me muero más por favo

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  4. Hola angie que bueno que volviste! Se te entrañaba! Me encanta me encanta y me encanta como te quedan las fotos ésta está hermosa te quedó divina! Besos Naara

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  5. muy buen capitulo quiero mas!! que bueno que volviste!! =)

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  6. quiero más!!
    quien entro en la habitación? Lali???
    otro cap!!
    @rochi16ta

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  7. mmmmmmmmmmmmmmmmmmaaaaaaaaaaaaaaaaaaassssssssssssssss

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  8. subi mas porfavor me encanta te lo ruego jejejeje

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  9. ,massssssssssssssssssssssssssss por favorrrrrr

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  10. massssss masssssssssssssss masssssssssssssss massssss massssssssssssss masssssssssssssssssss

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  11. siguiente capitulo por favorrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrrr

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  12. masssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssss

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  13. Amiga de nada vos sabes mientras pueda te ayudo subi mas besos
    MARCHU

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  14. Será Lali quien lo escuchó.

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  15. Mas noveee soy nueva y me encanto x faaaa seguila
    naty

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  16. Masssssssssssssssss
    Maraton Maraton

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  17. me muerooo
    cuando se van a decir todo de una vez x todasss buaaa :'(
    massss

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