CAPITULO 13
–Sólo
las personas que necesitan saber lo que soy tienen esa información.
Mariana
sopesó su respuesta durante un instante.
–Supongo
que, en ese caso, me encuentro entre los privilegiados.
–«Malditos»
sería más apropiado.
–No
–dijo ella al analizarlo más a fondo–. Cuando dejas el sarcasmo de lado y no te
comportas de forma terrorífica ni dictatorial, no resulta tan insoportable
estar a tu lado. –Y añadió con malicia–: Claro que, desde que te conozco, ésas
han sido tus actitudes más habituales, exceptuando quizás un par de ocasiones,
de modo que… ¿quién soy yo para juzgarte?
El
rostro de Juan Pedro se suavizó.
–No
sé tú, pero yo necesito dormir. Ha sido una noche muy larga y estoy exhausto.
Mariana
también se encontraba bastante cansada pero, al observar el sofá de piel
sintética, se dio cuenta de que no podrían dormir allí los dos juntos.
Thiago
le dedicó una sonrisa.
–Para
ti el sofá; yo duermo en el suelo.
–¿Podrás?
–He
dormido en sitios peores.
–Sí,
pero ¿no necesitas un ataúd?
Thiago
la miró con una chispa de diversión en los ojos, pero no dijo nada al acercarse
al sofá.
Mariana
no había hecho más que tumbarse cuando se dio cuenta de que no iba a funcionar.
–Esto
es muy incómodo. No puedo dormir con el brazo colgando y además necesito un
sofá el doble de largo que éste.
–¿Y
qué sugieres?
Agarró
la manta y la almohada y se estiró en el suelo, a su lado.
Juan
Pedro se encogió cuando la cercanía de sus cuerpos le hizo ser consciente del
calor que desprendía Mariana. Lo peor era que para poder dormir con comodidad,
tendría que pasarle el brazo por la cintura.
Como
si fuesen amantes.
La
idea lo atravesó y se clavó en su corazón con tal impacto que durante un minuto
se olvidó de respirar. En ese momento, recordó la última vez que había cometido
el error de acercarse a una mujer y bajar la guardia. De forma involuntaria,
acudieron a él las imágenes de la sangre y los recuerdos de un dolor brutal e
interminable. La sensación fue tan real que volvió a encogerse.
Eso
es el pasado, se dijo a sí mismo. Recuerdos que son historia.
Pero
algunas cosas resultan imposibles de olvidar. Y ni siquiera un hombre con
poderes psíquicos hiperdesarrollados podía enterrarlas.
No
pienses en lo que sucedió.
No
era momento para recordar. Tenía que ser práctico. Desiderius iría tras él en
cuanto cayera la noche y, si quería salvar a Mariana y a su hermana, tendría
que estar bien despierto y alerta.
Cerró
los ojos y se obligó a relajarse.
Hasta
que Mariana se movió y su trasero le rozó la entrepierna.
Juan
Pedro apretó los dientes. Se sentía a punto de estallar en llamas tan sólo por
el aroma a rosas que desprendía. Hacía tanto tiempo que no se acostaba con una
mujer… Tanto tiempo desde que se atreviera a cerrar los ojos con una mujer a su
lado…
La
necesidad era una puta traicionera. Pero ya había aprendido la lección mientras
luchaba contra los romanos. Tragó saliva y se obligó a dejar la mente en
blanco. No había nada en su pasado que fuese digno de recordar. Nada, excepto
un sufrimiento tan hondo que, aún después de dos mil años, lo dejaba postrado
de rodillas.
Concéntrate,
se dijo, echando mano de su firme entrenamiento militar. Es hora de descansar.
Mariana se tensó cuando Juan Pedro se movió y se acomodó tras ella. Cuando le pasó el brazo por encima se le aceleró el corazón. Ese cuerpo fuerte y esbelto presionaba su espalda de un modo muy inquietante. Miró fijamente su mano, que yacía delante de su rostro. Thiago tenía dedos largos y elegantes; dedos que podrían pertenecer a un artista o a un músico. Dios santo, resultaba muy duro recordar que no era un hombre en realidad.
Mariana se tensó cuando Juan Pedro se movió y se acomodó tras ella. Cuando le pasó el brazo por encima se le aceleró el corazón. Ese cuerpo fuerte y esbelto presionaba su espalda de un modo muy inquietante. Miró fijamente su mano, que yacía delante de su rostro. Thiago tenía dedos largos y elegantes; dedos que podrían pertenecer a un artista o a un músico. Dios santo, resultaba muy duro recordar que no era un hombre en realidad.
¡Estás
acostada con un vampiro!
No.
Es un Cazador Oscuro. Aunque todavía no tenía muy clara la diferencia. Pero ya
lo aclararía. Encontraría el modo de hacerlo.
Durante
horas, permaneció tendida, escuchando la respiración de Juan Pedro. Supo el
momento exacto en el que por fin se quedó dormido, ya que sintió cómo su brazo
se relajaba y la respiración sobre su cuello se hizo más pausada.
Escuchaba
los ruidos de la gente que iba y venía por el pasillo del despacho de Agus y
las voces de los conserjes, informando a través del sistema de megafonía o
llamando a los doctores. Poco después del mediodía, Agus le trajo el almuerzo,
pero ella no quiso que despertara a Juan Pedro. Se comió la mitad del sándwich
y continuó echada en el suelo, preguntándose cómo podría sentirse tan segura
junto a un vampiro al que apenas conocía.
Giró
con cuidado para quedar tendida de espaldas y poder observarlo. Era magnífico.
El pelo le caía sobre los ojos mientras dormía y sus facciones tenían un
encanto muy juvenil. Observó su boca y recordó el sabor y las poderosas
sensaciones que había despertado en ella cuando se posó en su cuello. El
recuerdo de aquel beso aún abrasaba sus labios y la habían besado en más ocasiones de las que
podía recordar, pero ningún hombre había conseguido que sintiera aquello. El
roce de la boca de Juan Pedro sobre la suya había incendiado su cuerpo.
¿Cómo
lo hacía? ¿Qué tenía Juan Pedro que despertaba su deseo hasta extremos casi
dolorosos en contra de su voluntad? ¿Tendría algo que ver con sus poderes de
inmortal?
Ella
no era una ninfómana. Llevaba una vida sexual saludable y muy normal, no
demasiado esporádica pero tampoco excesiva. Aun así, cada vez que lo miraba
deseaba tocar su piel, sus labios, su pelo…
¿Qué
le estaba pasando?
Destiérralo
de tu mente. Cerró los ojos y comenzó a contar desde el cien hacia atrás.
Cuando
llegó a menos sesenta, se dio cuenta de que era inútil.
Con
un suspiró, alargó el brazo de modo inconsciente y comenzó a juguetear con el
anillo que él llevaba de nuevo en la mano. Antes de darse cuenta sus dedos
estaban entrelazados.
Thiago
murmuró en sueños y se acurrucó más contra ella. Mariana abrió los ojos de par
en par cuando sintió su cálido aliento en el cuello y su erección presionándole
perturbadoramente la cadera. Él le apretó la mano con fuerza un momento antes
de abrazarla hasta rodearla por completo con su cuerpo. Susurró algo en una
lengua extraña y se quedó quieto, aún dormido profundamente.
El
corazón de Mariana latía desbocado. Nadie la había abrazado nunca de ese modo.
De forma tan posesiva; tan completa. Se sentía protegida, rodeada por su
fuerza. Lo más extraño de todo era que, en el fondo, le gustaba la situación
mucho más de lo que estaba dispuesta a admitir.
Finalmente
se quedó dormida, acurrucada entre sus brazos.
Mariana
se despertó y sintió que la pierna de Juan Pedro descansaba entre sus muslos y
que una de sus manos, que parecía quemarla con su contacto, vagaba bajo su
sudadera, acariciándole el estómago. La estaba abrazando con tanta fuerza que
le costaba trabajo respirar.
–Te
he echado de menos –susurró con ternura, segundos antes de deslizar la mano
bajo el sujetador y rodearle el pecho.
Mariana
dejó escapar un siseo de placer al sentir que sus dedos la acariciaban trazando
lentos círculos, despertando su deseo y marcándola como si se tratase de un
hierro candente. Le costaba un enorme esfuerzo permanecer tendida de costado y
no darse la vuelta para besarlo.
–Tanya
–jadeó Juan Pedro dulcemente.
Continuara................................................
Chicas estubimos viendo sus comentarios!! y se q quieren q subamos mas seguido,pero tambien entiendan han bajado mucho las firmas,asiq Mar y yo les proponemos un trato,si ustedes cumplen con las firmas,subimos mas seguido,q dicen?? esperooo q lo hagan.
Besos
Las quieroooo
An
Sube massssssss
ResponderEliminarComo reaccionara lali??? Me encanta más!
ResponderEliminarNOOOOOO jajjajaja AHORA SI Q NOS MATAN SI LAS DEJAMOS CON ESTO jajajajja VAMOS todas firmen a ver si hoy sabemos q paso con estos
ResponderEliminarTenia k nombrar a Tanya .Eso baja la libido.
ResponderEliminarEsoero k Lali no se lo tenga en cuenta ,la situacion es excitante para los dos
ResponderEliminarNoo! No nos puedes dejar así :c Donde se empezaba a poner DEMASIADO interesante la cosa... Justo tuvo que nombrar a Tanya mier'da -.-
ResponderEliminarmas
ResponderEliminar@arimurb
Agshfjdjdjdjdhdmfc la nombro a la otraa afasgsdh
ResponderEliminarOtrooooooooo
Besos
Perdon si no firmo siempre, pero no tengo mucho tiempo :( Pero la novela me encanta y con el beso me quede :O jajaja
ResponderEliminarNo entenndi muy bien lo que paso en el pasado de PEter: ¿mato a su antigua novia?
Espero mas
Besos
Tanya???Uuu se le va armar, Buenisimo el cap
ResponderEliminarMas! Me encanta!
ResponderEliminartodo iba bien... hasta que dijo tanya
ResponderEliminarnovrla solo tu: http://morithalaliter.blogspot.mx/
me encanta masssssssssssssssss!!!!!
ResponderEliminarme encanta masssssssssssssssss!!!!!
ResponderEliminarme encanta masssssssssssssssss!!!!!
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