Capítulo 6
Comprender algo
acerca de Lali Esposito Herakleides fue imposible cuando Peter fue a reunirse
con nieta y abuelo.
Porque Lali,
descubrió enseguida, había llegado primero con su versión de los hechos.
Theron estaba
de pie detrás de su escritorio, mirando a Peter como si fuera una serpiente.
—Debe
considerar, señor Lanzani, que en Grecia se espera que un hombre se haga cargo
de sus acciones.
—¿Quiere dar
a entender que yo no lo haría?
La breve
sonrisa del anciano irritó a Peter.
—Usted viene
aquí a defender que no ha tenido una relación íntima con mi nieta, ¿no son esas
las palabras de un hombre que quiere salvarse del anzuelo?
—No hemos
tenido una relación íntima —insistió Peter.
—¿Y quiere
que dude de lo que mis propios ojos han visto?
No era solo
eso. Peter le dirigió a Lali una mirada asesina. Estaba de pie al lado de su
abuelo, con aspecto y gesto de inocente. Atrás había quedado la seductora y
llamativa mujer vestida de rosa. Y la vulnerable criatura a la que había
protegido la noche anterior. Lali estaba representando el papel de niña buena,
¡hasta se había peinado el cabello para parecerlo!
—Por supuesto
podría estar intentando proteger la reputación de Lali —interrumpió Theron Herakleides—,
en cuyo caso le pido disculpas por pensar lo contrario. Pero su protección
llega tarde, me temo. Porque lo que yo he visto con mis propios ojos ha sido
confirmado por uno de los hombres que vigilan la propiedad. Lo ha visto llevar
a mi nieta desde nuestra casa de la playa a la suya, cubierta apenas con una
sábana.
Peter juró en
silencio.
—Espere un
momento. Si su vigilante estaba vigilando, ¿dónde estaba cuando Lali...?
Lali se movió
y le clavó la mirada, rogándole que no dijera nada más. Peter estaba furioso.
Debía parar
aquel disparate. El abuelo de Lali debía saber la verdad, pensó. Pero aquellos
ojos implorantes le habían hecho recordar la conversación que habían tenido el
día antes.
Peter miró a
su abuelo, y Lali contuvo la respiración. Si Peter hablaba, su vida jamás
volvería a ser la misma.
—Creo que es
hora de que me explique a dónde quiere llegar con todo esto, Theron —dijo Peter.
Lali sintió
un gran alivio. «Gracias», le hubiera dicho. «Gracias con todo mi corazón».
—Le daré el
beneficio de la duda, y supondré que sus intenciones hacia mi nieta son
honorables...
No era una
pregunta, sino una afirmación.
El corazón de
Lali pareció detenerse. Se quedó sin respiración. No sabía si esperar a que
hablase Peter, y arriesgarse a que estropease todo el plan, o hablar ella
primero y rogar que no la desdijera.
Peter no
sabía qué estaba haciendo. Desvió la mirada hacia Lali, y la vio con cara de
amante romántica que acaba de oír de su abuelo su más intenso deseo.
Sintió que
acababa de caer en una trampa.
De pronto Lali
saltó y dijo:
—¡Has
adivinado nuestro secreto! ¡Me siento tan feliz! ¡Este será el cumpleaños más
feliz de mi vida! —exclamó entusiasmada.
Peter se giró
lentamente y la miró con ojos asesinos.
—¡Oh, no te
enfades! —puso morritos—. Sé que querías esperar un poco hasta decírselo a la
gente. Pero mi abuelo nos mantendrá el secreto, ¿no es cierto, abuelo?
El anciano
sonrió.
—¿Por qué
tanto secreto, ángel mío? Estáis enamorados... ¡No lo ocultéis! ¡Hay que
celebrarlo! Anunciaremos vuestro compromiso a la familia cuando regresemos a
Atenas, la semana próxima...
Lali sabía
que Peter había recordado que la odiaba, pensó, nerviosa. A pesar de que él se
había vestido con una elegante camisa azul y unos pantalones grises, se
entreveía el hombre de la playa que la miraba con desprecio.
—Por favor, Peter
—dijo Lali mientras iba detrás de él por el sendero que conducía a la playa—.
Déjame que te explique...
—Me has
tendido una emboscada. Eso no necesita explicación.
—Fue lo único
que se me ocurrió para...
—¿Una
proposición de matrimonio? —la interrumpió con desprecio.
—¡No eres tan
buen partido! —respondió ella.
Él se detuvo
y se dio la vuelta para mirarla. Peter explotaba de rabia; aquello era
excitante y peligroso... ¡Y a ella le gustaba!
—Entonces,
¿por qué yo?
—Él me
adora...
Peter se rió
forzadamente.
—Eso no es
nada nuevo.
—Él me ha
construido esta brillante urna de cristal a mi alrededor, queriendo creer que
puede protegerme de las realidades de la vida.
—Te doy un
consejo: rompe la urna —respondió Peter—. Antes de que lo haga otra persona
antes.
Se dio la
vuelta y siguió caminando.
Lali lo
siguió.
—Ese es el
tema. Sé que tengo que romper la urna, ¡pero suavemente, Peter! —le rogó—. No
con un duro golpe de cruda realidad que pueda herirlo.
—Tu abuelo se
merece la verdad —insistió—. ¡Creyendo que lo proteges, lo estás insultando!
—No —ella le
sujetó el brazo para detenerlo nuevamente, y se puso delante para impedirle el
paso. Lo miró, implorante—. No lo comprendes. Él es...
—¡No vuelvas
a decirme que no comprendo cuando lo único que estás haciendo es utilizarme! ¡Y
eso me fastidia!
—Sí, ya veo
—ella asintió—. Y lo siento...
—Bien. Ahora
déjame pasar para que vaya a hacer lo que tengo que hacer.
—¿El qué?
—¡Encontrar
al causante de este lío y hacerlo desear no haber nacido antes de ponerlo en
manos de tu abuelo!
—¡No puedes
hacer eso! ¡Él... Él no está aquí! —exclamó—. Se ha ido de la isla. Lo sé
porque he ido a verlo antes de hablar con mi abuelo. Él... debe de haber sabido
que yo...
—¡Tú has ido
a verlo? —achicó los ojos—. ¿Por qué has hecho semejante cosa?
—Quería
hablar con él, averiguar por qué lo hizo —le explicó—. ¡Realmente necesitaba
saber si yo lo provoqué! Él... Él era un amigo... Un amigo de toda la vida. Y
los amigos no hacen cosas así, ¿no es cierto? Así que, al menos, ¡tenía que
intentar averiguar por qué!
Peter no
podía creer lo que estaba escuchando.
—Después de
todo lo que te ha hecho... ¿Has ido a verlo... sola?
—Si te
hubiera pedido que me acompañases, ¡sabía que lo habrías matado!
—Y tú no
quieres que lo mate...
—No. Quiero
evitar problemas. Se declararía una guerra entre nuestras familias... si se
descubre lo de anoche.
Pero esa no
era la verdadera razón, pensó Peter. Ella estaba intentando proteger a ese
individuo...
—¡Estás
enamorada de ese desgraciado! —dedujo Peter.
¡Por eso no
quería que fuera a enfrentarse a él!, reflexionó Peter.
—¿Qué?
—preguntó ella sorprendida.
—¡Qué tonto
he sido!
Primero se
había dejado engañar por Daniela, y luego por Lali..., se dijo Peter.
—¡Cómo te
atreves! —gritó ella, indignada.
—¿Cómo te
atreves tú a meterme en tu alocada vida amorosa?
Él estaba enfadado.
Ella también. La vieja hostilidad volvió a interponerse entre ellos.
—¡Es
gracioso! —se burló Lali—. ¡Viniendo de un hombre al que han sorprendido con la
mujer de otro!
—¿Quién te ha
contado eso? —preguntó Peter.
Lali se
encogió de hombros.
—Leandros
Petronades es pariente de mi abuelo. Se lo contó a mi abuelo, y mi abuelo pensó
que debía decírmelo antes de que me comprometiese contigo.
—Es mentira
—declaró Peter.
Lali no le
creyó.
—¿Me tomas
por tonta? ¿Crees que no me di cuenta de que tenías una herida en la cara
cuando llegaste a la isla? Todo el mundo se dio cuenta. De hecho, fue el tema
de muchas especulaciones.
—¿Y la herida
de tu cuello? —preguntó Peter para responder con otro ataque.
Ella se
cubrió la marca, horrorizada.
—¡Me había
olvidado!
Peter no la
creía. La muy descarada no se había preocupado ni de tapársela.
—¿Cuánta
gente la ha visto y se ha imaginado cómo te la has hecho?
Lali se puso
colorada. Peter soltó una risa forzada.
—¡Dios santo!
¡Eres increíble! Sigue mi consejo, Lali! Ve a casa de tu abuelo y dile la
verdad, antes de que lo haga yo.
—Tú no
harías...
Peter se
estaba marchando cuando la escuchó. Se dio la vuelta y contestó:
—Sí que lo
haría. ¿Y sabes por qué lo voy a hacer? Porque tú eres un peligro para ti
misma. Coqueteas con todos los hombres sin pensar en el efecto que puede tener.
Luego cometes la estupidez de enamorarte de un indeseable como Aidan
Galloway... ¡Y después de hacerte lo que te ha hecho, intentas protegerlo! Eres
peligrosa...
Peter intentó
no fijarse en la palidez de Lali, en sus ojos llenos de lágrimas, en su estado
de shock. Se marchó enfurecido. Debía marcharse antes de que cometiese alguna
estupidez.
Como volver y
disculparse por lo que había dicho. Porque él sabía bien lo que era enamorarse
de la persona equivocada, si bien Aidan era un indeseable comparado con Daniela.
Desde la
ventana de la casa principal, Theron fue testigo de la discusión que había
tenido lugar en el camino que conducía a la playa. No sabía bien de qué se
trataba, pero una cosa estaba clara, Peter había sido agredido por su nieta, y
estaba furioso.
Le estaba
bien empleado por seducir a Lali, pensó Theron.
¡De no haber
sido porque estaba seguro de que Lali creía que estaba enamorada de ese
desgraciado, él mismo habría armado una pelea!
Si su dulce
nieta pensaba que iba a permitir que se echase en brazos de un hombre como Peter
Lanzani, se equivocaba. Aunque le doliese, tendría que demostrarle a la pequeña
Lali lo equivocada que estaba. ¡Daba igual que él fuera un respetable
arquitecto! ¡Y que él, Theron Herakleides , lo hubiera respetado hasta
entonces! ¡Como que se llamaba Theron Herakleides que Peter Lanzani
desaparecería de escena! Lali tendría que aprender a superar su romance de
vacaciones.
Con esos
pensamientos en mente, Theron se dirigió al teléfono.
—¡Ah,
Leandros! —saludó y se puso a conversar amistosamente con su sobrino, mientras
veía a Lali por la ventana. Parecía una pobre y triste campesina y no la
orgullosa criatura que él conocía.
Peter Lanzani
pagaría por ello, se dijo. ¡Pagaría caro el haber jugado con el corazón de su
nieta, cuando todo el mundo sabía que estaba enamorado de Daniela García
Iturbe Al-Qadim!
—Mira,
Leandros, necesito el favor que me debes —le dijo. Luego continuó explicando lo
que quería—. Cuanto antes mejor, Leandros...
Lali se quedó
de pie en el camino, con la sensación de haber sido reducida a polvo por un
hombre furioso. Se quedó pensando en todo lo que le había dicho Peter.
Peter pensaba
que había sido Aidan, no Raoul..., reflexionó Lali.
Cuando Peter
entró en la casa, el teléfono estaba sonando. No tenía ganas de hablar con
nadie. No estaba de humor más que para desahogar su rabia.
Pero
finalmente se dio por vencido y descolgó el teléfono, aunque solo fuese para
acallar su timbre. Era Victor Frayne, su socio, quien no mejoró su estado de
ánimo.
—¿Qué
quieres, Victor?
—Veo que
sigues enfadado conmigo —respondió Victor.
En realidad
estaba enfadado con el mundo entero.
—¿Qué
quieres? —repitió.
Victor le
dijo que habían tenido un problema en San Esteban y que Leandros Petronades
quería que Peter fuera allí para solucionarlo.
—¿No puedes
arreglarlo tú? —Peter no tenía ganas de hacer un esfuerzo ni por Victor ni por
Leandros Petronades, quien había divulgado todo lo referente a su vida amorosa.
—Se trata de
una discusión con las autoridades españolas —explicó Victor—. Al parecer, no
hemos respetado una ley sobre propiedades, y quieren que derribemos el club de
yates y que lo construyamos en otro sitio.
—¡Están
locos! No hemos hecho nada ilegal. Lo sé porque lo he supervisado
personalmente.
—Entonces,
eres tú el hombre indicado para ir, Peter. Te advierto que están amenazando con
derribar ellos mismos el club si no lo hacemos nosotros.
—Tomaré el
próximo vuelo —dijo Peter.
Se asombró de
lo aliviado que se sentía al tomar aquella decisión. Dejaría a la serpiente en
el paraíso, al acecho de su próxima víctima.
—¿Has sabido
algo de Daniela? —se oyó preguntar, y hubiera querido morderse la lengua por
ello.
—Está bien
—le dijo el padre de Daniela—. Está en un crucero por el Mediterráneo, como
convinimos. Se lo está pasando muy bien, al parecer.
«¡Maldita
sea!», se dijo. «Malditas todas las mujeres!», se dijo después de colgar.
Volvió a
levantar el auricular para reservar un asiento en el siguiente vuelo a Nassau,
donde podría tomar un vuelo a Londres y de allí otro a España. Pero no llegó a
hacerlo, porque un ruido en la puerta llamó su atención.
Holaaaaa,chicas se q me estoy tardando en subir,pero esq no ando con tiempo,mas bien no tengo mas caps adaptados aun,asiq tenganme paciencia!!
Vieron??? Naciooo la beba de la china q lindooo
Bye,besitoss
@Angie_232alma
Más me encanta!
ResponderEliminarODIO A MARIANA! TOOODOO ES SU CULPA, AHORA SU ABUELO ODIA A PETER POR LA MENTIRA QUE ELLA CREO, SOLO PIENSA EN ELLA Y EN SU ABUELO NO VE NADA MAS A SU ALREDEDOR Y NO VE QUE LASTIMA A PETER.....ESTOOY MUUUY ENOJADA CON ELLAA!!!!!
ResponderEliminarQuiero conocer a la bebé de la Chinaaaaaaa, que linda debe de ser
ResponderEliminarme encanto
ResponderEliminarestoy de vuelta buajajajajaj pero tenemos que habla buajajajja no escribo mas pq tengo 20 blogs con 50 entradas q leer buajajaja
ResponderEliminarya me puse al dia esta muy buena
ResponderEliminar@arimurb
ay que quilombo! Me encanta! Jajaja besos. Naara
ResponderEliminarAmo tu nove, crees que puedas poner las anteriores para descargar??
ResponderEliminarmás más ar más más más
ResponderEliminarahora que me acuerdo en la nove0de la esposa del jeque lali y peter llegaban a su casa después del crucerma a la fiesta del papa de peter y peter invitó al papa de lali y a quién en está nove es peter que no me acuerdo como se llamaba en esa nove. Sera esa situación ahora porque queda claro que en algún momento se va a ir
ResponderEliminarósea peter de está nove va a ir a visitar a Daniela, la lali de la otra novela, hay que ver que va a pasar en ese momento entre peter y lali como van a estar las cosas
Eliminarmás más más más más más
ResponderEliminarmás =D
ResponderEliminarmássssssssssssss
ResponderEliminaruh que lío peter piensa que fue el otro y no raoul quién lo hizo encima el abuelo en realidad no lo quiere para que este con lali por su supuesta reputacion de hombre que anda con mujeres casadas encima peter está enamorado de Daniela y lali de el un lío bárbaro
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