Capítulo 7
Lali estaba
muy pálida y parecía muy frágil. ¿Había sido él quien había hecho desaparecer a
la fascinante criatura que era? ¿O había sido el resultado de lo que había
vivido la noche anterior con Aidan?
—¿Y ahora,
qué? —preguntó Peter con brusquedad.
Estaba
enfadado con ella, pero Lali sabía que el verdadero problema de Peter era otra
mujer. Lo había notado al hablarle de su relación amorosa con Daniela García
Iturbe Al-Qadim.
—Habla, Lali
—le exigió Peter—. Tengo prisa. Tengo que tomar un avión.
«¿Un avión?»,
pensó Lali. Sus ojos se llenaron de rabia.
—¡Así que vas
a irte de la isla y me vas a dejar sola en este lío por una estúpida llamada
telefónica!
—Esa llamada
era de mi socio. Ha habido un problema en uno de mis proyectos en España. Y has
sido tú quien ha armado este lío contándole unas cuantas mentiras a tu abuelo.
—Has tenido
la oportunidad de desmentirlas. Pero no lo has hecho —señaló Lali —. Así que,
me temo, estás envuelto en esto.
—¿Como futuro
esposo tuyo? Ni lo sueñes. Sabes lo que pienso que deberías hacer. Si no puedes
mezclar a Aidan Galloway en esto, al menos, con mi repentina partida de aquí no
tendrás que preocuparte por que yo destruya la confianza de tu abuelo en tu
honestidad.
—¡Eres tan
pomposo a veces! ¿Te has detenido a escucharte alguna vez? ¡No quiero ser la
esposa de nadie! —Lali lo siguió hasta la puerta de su dormitorio, donde vio a Peter
colocar una maleta encima de la cama—. ¡Al menos yo soy libre, no estoy
comprometida con otro hombre, y podría ser tu esposa si quisiera!
El comentario
hizo que él se diera la vuelta.
—¿Qué quieres
decir con eso?
—Quiere decir
que no quiero serlo, así que, ¿para qué discutimos?
Él sabía que
ella se había arrepentido de lo que había estado a punto de decir.
—No sé por
qué discutimos... Dímelo tú... —respondió él.
Peter sabía
que ella conocía la historia de Daniela, y que había oído la conversación con
Victor... Pero Lali se dio cuenta de que no le interesaba hablar de la amante
de Peter. Le interesaba hablar de ellos.
—Se trata de
Aidan Galloway... —dijo ella, mientras observaba que la expresión de Peter se
hacía más dura—. He venido aquí porque has dicho algo cuando estábamos en el
sendero que me ha hecho darme cuenta de que te has equivocado al juzgar lo que
ha sucedido anoche.
—Intentó
violarte.
Peter se
atrevió a pronunciar la palabra.
—No —Lali
frunció el ceño—. No fue...
Peter le dio
la espalda y se dirigió al ropero para sacar la ropa de las perchas.
—¿Sigues
protegiéndolo?
—No. No
necesito proteger a Aidan. Y... ¿Podrías dejar de hacer eso y prestarme
atención? —exclamó ella al ver que él seguía haciendo la maleta, como si ella
no estuviera allí.
Peter no le
hizo caso y volvió al ropero.
—¡Lo que
intento decirte es que no fue Aidan Galloway quien puso algo en mi bebida
anoche! ¡Le has echado la culpa a un hombre inocente!
Peter la
miró. ¿Cómo podían mentir de aquel modo aquellos ojos verdes tan hermosos?,
pensó. ¡Aquel modo de defender a ese desgraciado, por alguna razón
incomprensible, hacía que tuviera ganas de besarla!
Peter se rió
forzadamente y le tomó la barbilla.
—¿Qué otra
cosa dirías si estás enamorada de él? —la soltó y siguió con su tarea.
Lali sintió
que lo odiaba.
—Estábamos en
la casa de playa de Aidan, en mi fiesta de cumpleaños, divirtiéndonos...
—excepto ella, pensó Lali, porque estaba pensando en él—. Aidan estaba haciendo
cócteles. Pero no fue Aidan quien echó algo en mi bebida. ¡No fue Aidan quien
me llevó a casa y... quien hizo lo que hizo!
—¿Quién,
entonces?
Lali se
calló.
—No importa
quién fue, solo quería que supieras que no fue Aidan.
—Mientes...
—¡No! ¡Aidan
es una de las mejores personas que conozco! ¡Y está pasando por un momento
difícil, así que no necesita que lo acuses de algo que jamás haría!
—¿Estamos
hablando del mismo hombre? ¿Del que es capaz de abrazar a una mujer delante de
su prometida y de otra gente? —ironizó. Luego, furioso, tiró la ropa que tenía
en la mano y sujetó a Lali por los hombros.
—Deja de
protegerlo, Lali —la agitó suavemente—. Ese hombre no lo vale.
—Te estoy
diciendo la verdad —insistió ella—. Si pudieras callarte y escucharme, podría
explicarte lo del beso...
—Estás
enamorada de él. Eso no necesita explicación.
—Y tú estás
enamorado de la mujer de otro hombre —respondió Lali —. No tienes derecho a
darme lecciones de moral.
Peter la miró
con un brillo peligroso en los ojos. Estaba cerca, demasiado cerca. Eso le
gustaba a ella. Incluso pudo poner una mano en la pechera de la camisa. Sintió
su calor, el latido de su corazón, el aroma de su masculinidad...
Ella tenía
tantas ganas de que la besara, que no podía soportarlo...
«¡Maldita
sea!», pensó él. ¡La habría besado para inyectarle algo de sentido a lo que
estaba diciendo!
—Te ha herido
la boca, aquí —dijo Peter, pasando un dedo por su labio.
—Tu amante
permitió que su marido te hiriese en la mejilla —contestó Lali, pasando un dedo
por la comisura de los labios de Peter.
—Y aquí
—continuó él, sin escucharla, acariciando la rozadura que Lali tenía en el
cuello—. ¡Lo mataría por hacerte esto!
—No fue Aidan
—respondió ella, tratando de controlar el placer que la estaba envolviendo al
sentir sus dedos.
—No fue el
marido de Daniela quien me hirió la mejilla.
—Aunque no
sea así, la mataría solo por existir —dijo ella con manifiestos celos.
Él se rió.
Ella sintió
que se derretía.
Peter tomó el
dedo de Lali que había tocado su labio y se lo metió en la boca. Ella sintió un
calor en todo el cuerpo. Suspiró y vio cómo se oscurecían los ojos grises de Peter.
Iba a besarla.
«Sí, por
favor», le rogó en silencio.
Peter volvió
a poner su mano en su pecho y la besó.
Fue un beso
caliente, profundo, desesperado...
Ella deslizó
sus manos por encima de su camisa y luego le rodeó el cuello con ellas.
Entreabrió los labios.
Ambos
gimieron. Peter deslizó sus manos desde los hombros hasta la espalda, y la
abrazó. A ella le gustó. Aquel hombre había amenazado con incendiarla por
dentro desde la primera vez en que lo había visto.
Lali era
tibia, dulce, la seducción en persona. Era todo lo que él había imaginado desde
que la había visto. Su cuerpo se estaba llenando de calor. Si se movía, su
excitación sería evidente.
La besó
profundamente. Él no quería que terminase aquel beso. Pero debía terminar.
—¿Qué es
esto? —preguntó él—. ¿Mutuo consuelo?
—Me gusta
—dijo ella con sensualidad.
—Lali, la
seductora. Lali, la tentadora —dijo Peter, en conflicto con sus deseos de ser
tentado y su necesidad de huir de ella, sin darse cuenta de que había pensado
en voz alta.
Lali rompió
el hechizo. Se apartó abruptamente y se abrazó a sí misma.
—Lo siento
—murmuró él—. No he querido...
—Sí que has
querido —lo interrumpió.
—De acuerdo
—contestó él—. Es verdad que pienso que te gusta jugar con los hombres. Aidan
Galloway no es el único hombre al que he visto derretirse con una sonrisa tuya
—agregó, enfadado consigo por haberla besado—. Jack Banning tampoco es inmune,
ni lo es Raoul Delacroix.
—En otras
palabras, el nombre de quien lo ha hecho no importa, sino el de la persona a la
que acosan —dijo Lali.
Peter sintió
que había querido malinterpretarlo.
—Hay un
nombre que sí importa —respondió Peter.
—¿Por ser
quien ha conseguido más de Lali, la seductora? Bueno, repasemos todos los
candidatos, ¿te parece? Sabemos que tú no has sido, así que podemos borrar tu
nombre de la lista. Jack Banning tiene un negocio que proteger, así que, aunque
fuera él, no admitiría siquiera haberme mirado con malas intenciones. Si fuera
Aidan, sería un problema, porque los Galloway son ricos y poderosos, y actúan
como un clan, protegerían a los suyos contra todo y todos. En cuanto a André
Visconte, defendería a su hermanastro hasta la muerte, como lo ha hecho en
innumerables ocasiones. Y a eso habría que sumar el problema con mi abuelo...
Otro rico y poderoso. Si se entera de que alguien ha sido capaz de pasar la
línea, le cortaría la cabeza. Se declararía la guerra entre las dos familias.
Pero, ¿quién crees que terminaría con mala reputación? Yo. ¡Lali, la seductora!
¡Lali la tentadora! ¡Lali, la niña rica y mimada, a la que le gusta seducir
hombres por diversión! ¡Y quien ha recibido su merecido!
Lali estaba a
punto de llorar y no quería que él lo viera, así que se apartó nuevamente.
Se sentía
agotada por toda la situación y por la falta de sueño, decepcionada por todo lo
que había sucedido. ¡Dolida y sin comprender aún por qué Raoul había hecho
aquello! Enfadada consigo misma porque aún no podía justificar claramente que
ella no se merecía todo aquello... Eso era lo peor: el desprecio por sí misma.
¡Y encima tenía que aguantar el cinismo de Peter!
Peter estaba
confuso. La imagen de Lali, de pie allí, iluminada por una lámpara que tenía
detrás, no lo dejaba pensar con claridad. Sus palabras lo habían impresionado.
Y lo peor era que, a pesar de sentir la necesidad de refutar lo que estaba
diciendo, no era capaz de hacerlo. Desde el principio de los tiempos, la mujer
había sido considerada como una tentación para los hombres, y estos como
víctimas de su seducción. Él era tan culpable como los demás al dar por hecho
que así era. Hasta la había comparado con la serpiente del paraíso, cuando en
verdad había sido su propio deseo el que lo había llevado a acercarse a la
magia de Lali.
No era fácil
de digerir todo aquello.
—Entonces,
dime, qué quieres hacer —suspiró él.
Lali se dio
la vuelta. Él vio sus ojos rojos y húmedos.
—¿Lo dices en
serio? —preguntó ella en un tono que terminó con las defensas de Peter.
—Sí, lo digo
en serio.
La vio
relajar los brazos.
—Seguir con
la farsa, durante unas semanas —le rogó—. Dame un tiempo para que mi abuelo se
convenza de que este matrimonio no es lo mejor para mí.
Por lo tanto,
tendría que representar el papel de amante de Lali hasta que ella decidiera que
ya no hacía falta...
Ella estaba
esperando una respuesta. Peter miró su reloj.
Eran las
doce.
—Tienes dos
horas aproximadamente para despedirte —le dijo.
—¿Por qué?
¿Adónde me voy?
Era una
pregunta muy interesante, reflexionó él.
—No puedes
quedarte aquí en el Caribe mientras yo estoy en España... Así que tendrás que
venir conmigo a España.
@Angie_232alma
ME encanta!! Todo lo que puede pasar en ese viaje! Más!
ResponderEliminarincreible!!
ResponderEliminarmaaas :3
ResponderEliminarwouu me encantaaa
ResponderEliminarmass ♥
masssssssssssssssssssssss
ResponderEliminarojala y peter termine de enamorarse de lali en el viaje y se de cuenta q no es ese tipo de chica que dice ser, ella lo hace solo por obtener un poco de atención de peter
ResponderEliminarmassssssssssssssssssssssssss
ResponderEliminarnoveeee
ResponderEliminar´+++++++++++++++++++++++
ResponderEliminarmas!!!
ResponderEliminarAh la parte del beso resume todo lo bueno que tuvo el capítulo me encanto! Más! Besos. Naara
ResponderEliminarotro please
ResponderEliminarJajajaJajaj me encantan son super histéricos después se comen la boca sonó lo más amo la nove :D
ResponderEliminarmás más más más más más más
ResponderEliminar+
ResponderEliminarAMIGAAAAAA jajajajaj quieroooo massss oye hace dias que no hablamos seguido pero bueno vine a hablar de la nove que esta buenisima quede ::O jajajajajjaja esto va por buen camino
ResponderEliminarLALITER LALITER LALITER LALITER LALITER LALITER LALITER LALITER LALITER LALITER LALITER LALITER LALITER LALITER LALITER LALITER LALITER LALITER LALITER LALITER LALITER LALITER LALITER LALITER LALITER LALITER LALITER LALITER LALITER LALITER LALITER LALITER LALITER LALITER LALITER LALITER LALITER LALITER LALITER LALITER
ResponderEliminarnoveeeeeee
ResponderEliminar=D
ResponderEliminarJajaja se la trae a España para protegerla,pero d esa manera el abuelo no va a pensar k es malo para ella,xkk la quiere a su lado.
ResponderEliminarestá genial espero el próximo
ResponderEliminarMe encanta!!! Mas :D!
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