lunes, 10 de diciembre de 2012

Capitulo 9


Hola!! chicas subo rapido porq no me siento muy bien,asi q cuidense! besos


Capítulo 9

Lali estaba pensando en lo mismo cuando se encontró con Zafina aquella noche.Antes de la confrontación, todo había sido muy agradable, pero, al acabar la cena, cuando las mujeres dejaron a los hombres en la mesa, las cosas empezaron a empeorar.Evie se fue a ver a sus hijos, y Lali aprovechó para ir al compartimento privado a refrescarse un poco. Al salir del baño, encontró que Zafina al—Yasim estaba esperándola, la última persona a quien quería ver.Iba vestida con una dara  azul y un thobe a juego, lujosamente recargado con tachones de plata. A Lali solo le bastó una mirada a sus ojos negros para saber que su intención era causar problemas.—Esta noche me has sorprendido con tu alegría —le dijo la mujer—. En un día en el que tu marido lo ha ganado todo y tú lo has perdido todo, esperaba encontrarte más triste. Pero cuando te he visto reír con nuestros hombres, se me ha ocurrido que tal vez, con tu desafortunado accidente y la preocupación del jeque Peter por ti, no te ha explicado el acuerdo al que ha llegado hoy.—¿Estás diciendo que mi marido me ha mentido?—Le preguntó Lali con cautela, no del todo segura de adónde quería llegar Zafina.—No me atrevería a sugerir tal cosa —dijo ella, haciendo una ligera reverencia como señal de respeto hacia Peter—. Pero quizá haya sido un poco... parco con los detalles, en su esfuerzo por ahorrarte un disgusto mayor.—Algo con lo que tú no estás de acuerdo.—Creo en la verdad, sin importar el daño que pueda causar. y creo que deberías estar convenientemente informada, para que puedas tomar las futuras decisiones conociendo todos los hechos.—¿Por qué no vas al grano, Zafina? —le preguntó con impaciencia.—Desde luego... —respondió ella. Sacó de la manga de su dara un pedazo de papel y lo

extendió sobre la cama.Lali no quería verlo, pero se inclinó y vio el sello de Lanzani al—Qadim y el nombre del jeque Juan Pedro. Fue incapaz de reconocer el resto, escrito en lengua árabe.—¿Qué es esto?—Un contrato firmado por el jeque Lanzani, en el que da su bendición al matrimonio entre su hijo Juan Pedro y mi hija Nadira. Esta es la copia de mi marido. El jeque Khalifa y el jeque Juan Pedro tienen las suyas propias.—No está firmado —observó Lali.—Lo estará —declaró Zafina—. Esta mañana se llegó al acuerdo. El jeque Khalifa se está muriendo,y su amado hijo no le negará nada. Cuando lleguemos a Rahman, se firmará el contrato y se hará público en el banquete del jeque Khalifa.—Mientes —dijo Lali— No importa lo que diga este papel. Conozco a Peter, y también a mi suegro, el jeque Khalifa. Ninguno de los dos pensaría en traicionarme de esta manera.—¿Eso crees? —Zafina hablaba con una seguridad escalofriante—. En opinión del pueblo, el jeque Juan Pedro tiene que demostrar que su lealtad al país es más fuerte que su deseo de complacer a tus ideas occidentales.Lali le clavó una gélida mirada.—Sabes que le contaré esto a Peter, ¿verdad?—Adelante —le dijo Zafina con una reverencia—. Cuéntale lo que sabes. Puede que te siga ocultando la verdad por el bien de su padre, o puede que decida confesártelo todo con la esperanza de que regreses a Rahman como su primera esposa. Pero recuerda lo que te he dicho,señora, mi hija será la esposa del jeque Juan Pedro antes de que acabe este mes, y será ella quien dé a luz a un hijo suyo —dio un paso adelante y le quitó el contrato—. No tengo intención de humillarte —concluyó mientras se dirigía hacia la puerta—. De hecho, te doy la oportunidad de que salves tu dignidad. Vuelve a Inglaterra y divórciate de Juan Pedro. Porque, lo quieras o no, él se casará con mi hija.Lali la dejó marchar sin darle la satisfacción de rebatirla, pero en cuanto Zafina cerró la puerta empezó a temblar. No, se dijo a sí misma, no podía permitir que la crueldad de aquella mujer la envenenara. Estaba mintiendo. Peter no sería tan mezquino. ¡Él la quería, por amor de Dios! ¿Acaso no habían pasado toda una tarde reavivando el amor?Se mareó de nuevo y caminó hacia el baño, pero tuvo que detenerse para tomar aire. Tenía que confiar en su instinto. Tenía que creer a Peter... Se lo repitió una y otra vez con los puños cerrados. Zafina era ambiciosa y cruel, pero Peter no podía hacerlo.

Un contrato... ¿Qué era un contrato sino un pedazo de papel con unas cuantas palabras?Cualquiera podía hacerlo. Lo importante era quién lo firmara.Se lo contaría a Peter, y él se lo negaría todo. Entonces podrían olvidarlo y... No, no se lo contaría. Esa era la intención de Zafina, y Lali no iba a permitir que aquella mujer creara más problemas.Confianza. Tenía que confiar en él.La puerta se abrió y apareció Peter. Alto, moreno, esbelto y arrebatadoramente atractivo.—¿Qué ocurre? —le preguntó frunciendo el ceño—. Estás muy pálida.—Na... nada —respondió ella—. Me duele la cabeza... y el estómago. Creo que he comido demasiado. Tal vez tragué demasiada agua en el mar. Yo...Él se acercó y le tocó la mejilla.—Estás fría como el hielo —le sujetó la muñeca con dos dedos—. ¡Y tienes el pulso acelerado!Tiene que verte el médico —corrió al teléfono—. Vístete. Vas a...—¡Oh, no, Peter! —protestó ella—:. Estaré bien enseguida. Por favor... —le rogó mientras él colgaba—. Ya me siento un poco mejor. Tomé algo hace unos minutos —caminó hacia él y se aferró a su brazo—. Llévame a cubierta. Solo necesito que me dé el aire.Peter no estaba seguro, pero Lali no hizo caso de su expresión y tiró de él hacia la puerta. Pasear a su lado, y estar segura de que nunca haría algo tan cruel como mentirle sobre una segunda esposa, la hizo sentirse mucho mejor. Esbozó una sonrisa, dispuesta a que la vieran todos los invitados, incluida Zafina.Zafina no estaba en el salón. Era un alivio y al mismo tiempo una decepción. Lali quería que aquella vieja bruja la viese junto a Peter, resplandeciente de felicidad.Cuando llegó la hora de acostarse, Rashid e Irnran se quedaron hablando con Peter, y Lali tuvo que volver sola a la cama. Se pasó diez minutos sufriendo en silencio por el incidente con Zafina, pero finalmente la venció el sueño, y cuando Peter volvió la encontró dormida y no quiso despertarla.Al día siguiente decidió mostrarse amable con Zafina, que no supo cómo reaccionar. Pasó casi toda la mañana con Evie y sus hijos. Cuando estaba jugando con Hashim, el pequeño le rozó accidentalmente los pechos, y ella sintió un dolor extraño.—¿Estás bien? —le preguntó Evie al ver su mueca.—La verdad es que no —le confesó ella—. Desde lo de ayer me duelen varias partes del cuerpo, y creo que el agua que tragué estaba infectada de microbios.

—¿Los mismos microbios que te afectaron el día anterior?—De acuerdo —cedió Mariana—. Sigo estresada.—Por ejemplo —murmuró Evie.—¿Qué significa eso?Evie se encogió de hombros, pero en ese momento llegó Rashid para recordarles que el almuerzo estaba servido.Después de la comida llegó la hora de la siesta, aunque Peter y Rashid se fueron a tratar de asuntos de estado por teléfono. Lali agradeció la soledad del dormitorio, porque empezaba asentirse realmente mal. Le dolían la cabeza, los huesos y el estómago.Tal vez fuera un virus, pensó mientras corría las cortinas para atenuar la luz que le hacía daño en los ojos. Se desnudó y se metió en la cama. Si así fuera, tendría que mantenerse alejada de los hijos de Evie para no contagiarlos.Se despertó cuando el sol empezaba a ocultarse por el horizonte. Recordó que ese sería el último atardecer antes de que llegaran a Jeddah, y el pensamiento le dio nuevas energías. Se dio una refrescante ducha y se vistió con una túnica azul.Peter entró en la habitación y la miró preocupado.—Hola, forastero —lo saludó ella.Él sonrió. Una sonrisa cálida y encantadora, llena de amor y tentadoras sugerencias... «Mío», pensó Lali. «Es solo mío».—Ya estoy vestida para desempeñar el papel de anfitriona, así que mantén las manos quietas le advirtió.—Sabes que puedo hacerte cambiar de opinión, ¿verdad?Bromas, sonrisas y agradable conversación. ¿Acaso aquel hombre al que conocía y amaba tanto sería y capaz de guardarle secretos?No, claro que no. Tenía que dejar de pensar en ello de una vez.—Resérvate para luego —le aconsejó mientras se anudaba un pañuelo de seda en la cabeza.La expresión de Peter se oscureció, y entonces Lali se dio cuenta de lo mucho que le gustaba que ella vistiera al estilo árabe. ¿Prefería que su mujer estuviera convenientemente tapada? No. Basta. No podía permitir que la alcanzara el veneno de Zafina.—Espérame —le pidió él—. Solo necesito cinco minutos para cambiarme, ya que me duché hace

un rato, después de jugar al frontón con Samir.—¿Quién ganó? —preguntó ella.—Yo... haciendo trampas.—¿Y él lo sabe?—Pues claro. Pero cree que está en deuda conmigo, de modo que me permitió hacerlas.—¿Quieres decir que le has inculcado la culpa de mi accidente?Él le dedico una sonrisa letal, que tuvo el mismo efecto que una descarga eléctrica en su pecho. Una ola de calor la invadió, mientras lo veía desnudarse y revelar sus apetitosos músculos, antes de ponerse una túnica.—Si hay algo que he aprendido desde que te conozco —se burlo ella—, es por qué los hombres prefieren a las mujeres con vestidos.—Esto no es un vestido —objetó él.Ella se levantó y le puso las manos en el pecho.—Ya sé lo que es, querido —le susurró seductoramente—. Es una tentación.Peter se echó a reír, como un hombre consciente de su poder de atracción.—Recuérdale eso a Samir. Tiene suerte de que no lo aplaste por tomarse tantas libertades con mi mujer.Pero cuando Lali entró en el salón, vio que Samir estaba más interesado en ensalzar las libertades que Peter se había tomado con él.—Es un tramposo. No tiene ni pizca de honor. ¡Fue a Eton, por Alá! Se supone que allí transforman en caballeros a los salvajes del desierto.—Oh, eso es lo que más me gusta de ti —le dijo Lali.—¿El caballero?—El salvaje —lo corrigió.Todo el mundo se echó a reír. Incluso Zafina intento disimular su mirada maliciosa.Aquella noche cenaron bajo las estrellas, y Lali se sorprendió al ver un cubo de hielo con botellas de champán. Algunos de los invitados bebían alcohol, y el vino solía ser la bebida preferida. Pero ni siquiera en la celebración del día anterior se había servido champán.—¿Qué pasa? —le preguntó a Peter.


—Espera y verás —le respondió, y se sentó en el otro extremo de la mesa.Aquella era la última cena, pensó Lali, y se concentró en la comida. Pero al tomar la primera cucharada de sopa árabe, su estomagó se resintió.—Mañana haremos una carrera de motos acuáticas —le dijo a Samir mientras dejaba la cuchara—.Y te prometo, como dama inglesa, que no haré trampas.—Me temo que no será posible —intervino Peter—. Se han suspendido los deportes en el agua hasta que revisemos las medidas de seguridad.—¿Por qué? —protestó ella—. ¿Solo porque tuve la desgracia de sufrir un accidente que se da una vez entre un millón?—Estuviste a punto de ahogarte. El chaleco salvavidas no funcionó como debería.La conversión pasó a otros temas, y los camareros retiraron los platos de sopa y sirvieron el pescado. Lali ni siquiera quiso probarlo, y del arroz que sirvieron a continuación solo tomó dos bocados. Tampoco probó el pudín de miel.Peter tomó nota y miró a Evie. Ella le devolvió la mirada, diciéndole que también lo había notado.—La señora Mariana parece un poco... pálida —comentó Zafina al—Yasin, que estaba sentada al lado de Peter—. ¿No se siente bien?—¿Eso crees? —preguntó Peter sorprendido—. A mí me parece que tiene muy buen aspecto.Pero, claro, estoy colado por ella. Eso hace que la vea de un modo distinto, ¿no? —agarró una cuchara y dio unos golpecitos en la copa de cristal para llamar la atención de todos—. Os pido disculpas por interrumpir vuestra cena —dijo—. Pero en unos minutos el capitán hará sonar la sirena. Como podéis ver, los camareros están llenando las copas de champán. No es obligatorio beber para nadie —aseguró con una sonrisa—. Pero como muestra de respeto a la tradición que impera en cualquier nave, me sentiría muy honrado si me acompañarais en un brindis, pues acabamos de cruzar el Trópico de Cáncer.En ese momento sonó la sirena. Tres veces, al tiempo que Peter se levantaba. Todo el mundo lo imitó. Algunos bebieron y otros no, pero todos alzaron sus copas. Luego, todos se acercaron a la barandilla y contemplaron el mar a oscuras, como si esperasen ver algún fenómeno físico que marcara aquel lugar especial. Naturalmente, no hubo ninguno. Pero eso no parecía importar. Peter puso las manos en la barandilla, a ambos lados de su esposa, y le dio un beso en la mejilla.—¿Ves algo?—Oh, sí —respondió ella—. Un letrero que sale del agua.




La risa de Peter fue suave y seductora, y ella lo miró con una radiante sonrisa. «Bésame», le pidió con los ojos, pero él rechazó la propuesta arqueando una ceja, ya que los árabes no se besaban en presencia de invitados.Sin embargo, ella decidió castigarlo por su rechazo y le pasó una mano por el muslo. Al instante Peter sintió la reacción de su cuerpo. Lali tenía razón acerca de la túnica. Por su incapacidad para ocultar la respuesta física masculina, la tradición árabe exigía mantener las distancias con las mujeres cuando se estuviera en público.—Te haré pagar por esto más tarde —le advirtió él.—Me asustas, mi señor jeque —replicó ella en tono provocador.Entonces una voz rompió la intimidad del momento. Peter se irguió y le contestó a Jibril al—Mahmud, quien desde la reunión intentaba congraciarse con él. Lali tomó un sorbo de champán y le dedicó su atención a Samir, el otro intruso, quien estaba un poco enamorado de ella. Era otra de las razones por las que Peter se alegraba de que el crucero acabara al día siguiente.La tímida esposa de Jibril también se les unió, sonriendo tímidamente; luego, llegaron Rashid y Evie, a continuación Irnran, y por último Abdul y Zafina.Aquella noche no hubo disputas ni separaciones de sexos. Todos se quedaron juntos,hablando tranquilamente, y si no hubiera sido por un pequeño pero importante detalle, a Peter la velada le habría parecido un éxito.El detalle fue Lali. Parecía relajada, pero él podía ver la tensión en sus ojos y cómo se llevaba la mano al estómago, como si quisiera aliviar alguna molestia. No había olvidado que apenas había probado bocado en todo el día. Decidió que al día siguiente, cuando llegaran a Jeddah, la llevaría al médico. Fuera lo que fuera, tenía que asegurarse de que no era grave, sobre todo viviendo en un país cálido.Se repitió la misma decisión cuando se retiraron a su compartimento y Lali cayó exhausta.—Estás enferma —le dijo el seriamente.—Solo estoy cansada.—No me tomes por tonto, Mariana. No has comido nada. Está claro que sufres alguna molestia.Y tienes aspecto de enferma;—De acuerdo —aceptó ella—. Creo que algún virus me ha infectado el estómago. Si tenemos tiempo mañana en Yeddah, iré al médico.—Tendremos tiempo.

—Estupendo.—Déjame que te ayude —Lali parecía cansada incluso para desnudarse, de modo que él lo hizo por ella, que lo aceptó agradecida.Pero cuando Peter le rozó con los nudillos la punta de los pechos, emitió un grito ahogado.—¿Qué pasa?—Los tengo muy sensibles —dijo ella. Los dos observaron con el ceño fruncido cómo los pezones se habían dilatado, rosados y erectos. Peter no pudo evitar una sonrisa, y Lali se ruborizó—. Acabaré de desnudarme yo sola.—Creo que será lo mejor —dijo él, y se quitó la túnica para demostrarle por qué había dicho eso.—No sé... Se supone que estoy cansada y enferma y que necesito mimos.—Sé muchas maneras de mimarte —dijo él acariciándole la mejilla—. Dulce y suave...Los ojos de Lali brillaron ante la promesa, y los dos se fundieron en un cálido beso. y élla colmó de cariño hasta que cayó dormida en sus brazos.A la mañana siguiente, Mariana desayunó media rebanada con mermelada y una taza de té sin leche. El pequeño Hashim se le acercó y le pidió que lo subiera en su regazo. Lali lo hizo, y juntos se tomaron la otra mitad de la rebanada. Peter, Rashid y Evie la miraron con expresión sombría.—Tengo que hablar contigo a solas, Peter —le pidió Rashid—. ¿Has acabado de desayunar?Segundos después, los dos hombres bajaban por las escaleras hacia las oficinas privadas de Juan Pedro. Muchos los vieron retirarse, pero nadie, excepto Evie, se imaginó por qué lo hacían.Cuando Rashid volvió junto a su esposa, ella lo miró expectante y él se encogió de hombros con pesar.—Bueno, ya está hecho —le dijo, pero ninguno de los dos pareció satisfecho por la respuesta.
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Peter parecía estar conmocionado. No podía creerlo. Quería creerlo, pero no se atrevía, porque aquello cambiaba todo: su vida y el futuro de su matrimonio.Se sentó en la mesa, ya que las piernas empezaban a flaquearle. Estaba temblando. No sabía qué pensar ni qué sentir. Ya había pasado antes por esa situación, y había aprendido que era mejor evitarla a toda costa.Esperanza, frustración, dolor... Pero aquella vez era distinto. Tenía el presentimiento de que en aquella ocasión podía tener confianza, sin dudas.

Se oyó un golpe en la puerta, y Rafiq entró sin darle tiempo a cambiar la expresión.—¿De qué se trata? —le preguntó a Peter—. ¿De nuestro padre?Peter negó rápidamente con la cabeza.—Cierra la puerta —le pidió. No quería que nadie los pillara por sorpresa.Alguien como Lali. ..Ojalá Rashid no le hubiera dicho nada. Ojalá pudiera revivir la media hora anterior y cambiarlo todo.Ojalá. ..—¿Peter? —Rafiq interrumpió sus pensamientos. Él alzó la vista y se encontró los ojos de su hermano, oscuros, semejantes a los suyos propios. Entonces decidió poner a prueba esos ojos, para averiguarlo que Mariana vería en ellos si aparecía en ese momento.—Evie... Rashid... creen que Lali puede estar embarazada.

23 comentarios:

  1. Yo también lo creo! ojala más me encanta!

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  2. yo pienso lo mismo!! x fas trata de subir un cap mas hoy!!!!!!!

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  3. yo pienso exactamente lo mismo!! espero maaaaaaas! besos!! Giu

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  4. ojala lali este embarazada!! subi mas porfa es posible que subas uno mas hoy porfa ;)

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  5. Me encanta sister subi el 10 che cuantos cap son?

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  6. ahhhy me encanta la nove suve mañana porfis y cuidate no te vayas A ENFERMAR MIRA QUE SI NO ME SUVES NOVE ME VUELVO LOCA

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  7. me encanta la nove ojala que lali este embarazasa para que la vieja tonto se quede callada

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  8. ojala que lali este embarazada y que peter la cuide mas de lo que la cuida ahora

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  9. massssssssssssssssssssssssssssssssssssssssss noveeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeee


    masssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssssss
    noveeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeee

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  10. masmasmamsamsamsmammsamsmamsmamsmmamsmsm noveboeveoeee

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  11. Massssssss que estoy esperando ese momento

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  12. que bicha que es Zafina!!! y ahhhhh se enteró!

    Cada vez se pone mejor... yayayaya espero más nove!! :D besos

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  13. yo tmb lo creo! es muy evidente todos los sintomas :$ massss!

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  14. creen no,seguro esta embarazada
    que lindooooooooooooooooo
    beso

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  15. al fin lo piensan jajajaj... espero uqe todo salga bn en el prox capitulo aunq lo dudo pq es una nove jajaj saludoos

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  16. Mas te vale que este embarazada jaja
    @Masi_ruth

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  17. NOOOOOOOOO MORITE COMO ME TERMINAN UN CAPITULO ASI !!!!! jajajaja cada vez amo mas esta nove pero creo algo malo se acerca...pero bueno ya todos sabemos que tras las nubes el cielo es siempre azul jajajajaj Querida espero q te mejores cualquier cosa me tienes en casi todas mis redes sociales jajajaj solo te falta mi numero de celular pero no serviría de nada un beso descansa y recuperate q la nove creo...SOLO CREO q puede esperar

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  18. mas nove mas nove es buenisima ojala suvas hoy plisssssssssssssssss

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  19. subi mas porfa. hace 2 dias no subis y me muero de intriga!!

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  20. quando pensas subir ?? porque por tweeter y el otro blog actalizaste ayer pero este no porque??????????

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