Foto Laliter del evento de ayer! =)
CAPITULO 42
La
risa de Peter reverberó por su garganta.
–No,
amor. Voy a devorarte.
Girando
hasta quedar de espaldas sobre el colchón, lo miró a los ojos y descubrió que
el verde era aún más intenso que antes. Un verde claro y devastador. Alzó la
mano y le acarició la mejilla derecha con un dedo.
–¿Por
qué han cambiado de color?
–Al
perder mis poderes de Cazador Oscuro, mis ojos volvieron a ser humanos.
Lo
miró con el ceño fruncido e intentó recordar el color de sus ojos durante el
sueño.
–¿Éste
era su color antes de que perdieras el alma?
Él
asintió y bajó la cabeza para darle un lametón en el hueco de la garganta.
–Se
supone que no deberías estar haciendo esto –lo reprendió, pasándole la mano por
la espalda–. Paul dijo que tenías que descansar.
–Estoy
descansando.
Lali
contuvo el aliento, sobresaltada al sentir que Peter separaba los tiernos
pliegues de su sexo y la acariciaba con los dedos, largos y fuertes.
–No
estás descansando. Estás jugando.
La
buscó con la mirada.
–Quiero
jugar contigo.
–¿Y
si te debilitas más?
–No
veo cómo.
–Pero,
¿y si…?
La
hizo callar con un beso tórrido y abrasador y, al instante, los pensamientos de
Lali perdieron toda cordura.
Peter
le mordisqueó los labios y tironeó de ellos con suavidad mientras sus ojos verdes
buceaban en el cuerpo de Lali, tratando de llegar a su corazón.
–Ya
no puedo sentir lo que hay en tu interior, Lali. Dime que no me deseas y te
dejaré ir.
–Te
deseo Peter. Ni te imaginas cuánto.
Él
le sonrió y se hundió en ella, que gimió al sentir cómo la llenaba por
completo.
Para
Peter, todo comenzó a dar vueltas, allí, inmerso en la calidez del cuerpo de
Lali. ¿Cómo era posible que fuese aún mejor que horas antes? La miró fijamente
y le encantó ver sus ojos nublados por el deseo y las mejillas cubiertas por el
rubor. Era realmente hermosa.
Lo
asaltó una oleada de posesividad; un sentimiento intenso que había olvidado
hacía siglos. No acababa de entender de dónde había salido, pero le estaba retorciendo
las entrañas. Y, en comparación, dejaba a la altura del betún lo que una vez
sintiera por Tanya. No lo comprendía y, si era sincero consigo mismo, no se
atrevía a profundizar en las razones. Saber con exactitud cuáles eran sus
sentimientos sólo le haría más daño.
Lali
entrelazó las piernas con las de Peter mientras saboreaba cada una de sus
profundas y delirantes embestidas. Ni en sus sueños más atrevidos se había
imaginado que hacer el amor pudiese ser algo así. Jamás había soñado con
experimentar un placer tan intenso.
Gritó
cuando alcanzó el orgasmo.
Peter
cubrió sus labios con los suyos y con tres poderosos envites se unió a ella.
La
miró, con la respiración agitada.
–Creo
que soy un adicto a tu cuerpo.
Ella
sonrió y el corazón de Peter dio un respingo.
–¡Oye,
Peter!
Sin
apenas tiempo para alzar las sábanas y cubrirse, la puerta de la habitación se
abrió de par en par y un hombre alto y apuesto, de no más de veinticinco años,
entró en la estancia. Lali se quedó helada al encontrarse con la atónita mirada
azul-verdosa de Seth. Llevaba el pelo, de color castaño oscuro, recogido en una
coleta y, cuando sonreía, aparecían un par de hoyuelos en sus mejillas.
–Joder,
¿no me digas que te he pillado en la cama?
–Seth
–rugió Peter–. Sal de aquí.
–Vale,
pero las noticias que tengo sobre Cayo te van a encantar. ¿Por qué no te pones
algo de ropa y te reúnes conmigo en el despacho dentro de unos minutos? –Con
actitud desvergonzada, los miró de arriba abajo sin ocultar lo divertida que le
resultaba la escena, y salió rápidamente de la habitación.
–Recuérdame
luego que es urgente que lo mate.
Lali
se rió hasta que se encontró con sus ojos.
–Pareces
muy distinto con los ojos verdes –susurró mientras le colocaba la mano sobre la
mejilla, áspera por la barba.
Como
respuesta, Peter volvió a capturar sus labios para entregarse a otro tórrido
beso. Su lengua la atormentaba con burlonas caricias, pero de forma tan
posesiva que la dejaba débil y casi sin aliento.
–¿Qué
es lo que tienes que me resulta imposible resistirme a ti?
–¿Mi
encantadora personalidad? –bromeó ella.
Riéndose,
Peter depositó un ligero beso sobre su nariz. Lali lo observó mientras salía de
la cama y se dio un festín con esa espalda desnuda mientras atravesaba la
habitación, camino del cuarto de baño.
Se
acurrucó en la cama y escuchó cómo caía el agua de la ducha. No dejaba de
recordar lo bien que se había sentido entre los brazos de Peter. Le había
dejado su olor impregnado en el cuerpo y la sensación era fascinante, como si
ella le perteneciera por completo… aunque sabía que eso jamás podría suceder.
Él
era un Cazador Oscuro y ella era una simple contable. Jamás habían nacido dos
personas más dispares. Pero su corazón se negaba a escuchar. Una parte de ella
lo deseaba a un nivel que no había conocido hasta entonces.
Y,
en el fondo de su mente, no podía evitar pensar en lo maravilloso que sería
poder liberarlo del juramento que lo había convertido en Cazador Oscuro
CAPITULO 43
Peter
atravesó el pasillo, abrió la puerta de su despacho y se encontró a Seth
sentado tras el antiguo escritorio de caoba, de espaldas a la puerta. El sillón
reclinable de cuero negro crujió cuando se movió su Escudero, cuyos dedos
volaban sobre el teclado del ordenador.
Era
una imagen cotidiana.
Seth
era un dios en Internet, lo que en terminología hacker significaba que podía
entrar en cualquier sitio, sin importar lo seguro que fuese el servidor.
Gracias a sus habilidades, Seth, junto a Chris Eriksson y Daphne Addams habían
sido encargados del diseño y mantenimiento la web de los Cazadores Oscuros,
lugar utilizado por los Cazadores y por los Escuderos para guardar todos sus
archivos y comunicarse unos con otros.
Era
bueno saber que a Seth le servía la Universidad para algo más que para conocer
a mujeres de moral cuestionable.
–Dime,
¿por qué has entrado a mi habitación sin permiso?
Seth
lo miró de soslayo con una sonrisa maliciosa.
–Tío,
te habías quedado dormido. Era tarde.
–¡Vamos,
hombre!
Con
un bufido, Seth volvió a prestar atención al ordenador, ya que acababa de
recibir un mensaje.
–Eres
el único hombre que conozco que puede tener un humor tan desagradable diez
minutos después de haber echado un polvo con una mujer tan estupenda. Joder,
¿no sabes que el sexo sirve para que te sientas mejor?
Peter
puso los ojos en blanco ante los comentarios de su insolente Escudero; las
normas e instrucciones le resbalaban y jamás había logrado intimidarlo. Ni
siquiera la noche que le confesó qué tipo de criatura era en realidad.
–Seth…
–lo increpó a modo de advertencia.
El
Escudero abrió el correo.
–Vale,
vale. Aquí está el mensaje de los Oráculos:
«De
apolita y Daimon nacido será el que os mantenga en vilo. Sangre de dioses corre
por sus venas y la ira es su mejor compañera. Si queréis a este ser controlar,
un Cazador Oscuro con alma debéis encontrar.»
Peter
frunció el ceño al escuchar el acertijo; la típica basura de los Oráculos. Por
los dioses, cómo los odiaba. ¿Es que no podían, por una sola vez, decir lo que
tuvieran que decir hablando en cristiano? Claro que no. No quisiera Zeus que
los Oráculos los ayudaran de verdad a proteger a los humanos…
–¿Qué
coño significa eso? –le preguntó a Seth.
Su
Escudero giró el sillón para quedar de frente.
–Según
Alec, lo que quiere decir es que sólo un Cazador Oscuro con alma puede acabar
con Cayo. Por eso ninguno de vosotros ha logrado matarlo antes. Es una simple
profecía, ya sabes cómo funciona esto.
–No
existe ningún Cazador Oscuro con alma. Al menos, no con el alma en el cuerpo.
–Entonces,
de acuerdo con los Oráculos y con Alec, Cayo es invencible.
Peter
dejó escapar un profundo suspiro.
–Eso
no es lo que quería oír esta mañana.
–Sí;
lo único que tengo que decir es que me alegro de no estar en tu pellejo. –Seth
frunció el ceño–. Tienes los ojos verdes. ¿Qué te ha pasado?
–Nada.
Seth
ladeó la cabeza y lo miró con suspicacia.
–Algo
sucede –dijo antes de coger el móvil–. ¿Tengo que llamar otra vez a Alec?
Peter
le quitó el teléfono de las manos y lo miró con una furia asesina.
–No
metas a Alec en esto. Puedo arreglármelas solo.
–Más
te vale. Eres un coñazo, pero no me gustaría nada tener que empezar a trabajar
para otro Cazador Oscuro.
Peter
soltó un bufido.
–¿Y
eso qué significa? ¿Es una declaración de amor?
–No,
de lealtad. No quiero verte caer como le sucedió a Streigar.
La
idea hizo que Peter dejara las bromas a un lado. Streigar había sido un
implacable Cazador Oscuro al que atraparon unos humanos, fanáticos de la caza
de vampiros, que lo expusieron a la luz del sol. Su muerte había sobrecogido a
Cazadores Oscuros y a Escuderos por igual.
–No
te preocupes –le dijo a Seth para tranquilizarlo–, no voy a acabar dándole los
buenos días al sol. Sé cómo arreglármelas.
–¿Qué
te apuestas a que ésas fueron las mismas palabras de Streigar?
Peter
dejó escapar un gruñido.
–¿No
tienes clase hoy?
Seth
soltó una carcajada.
–Tío,
soy un Cajun de los pantanos, no necesito ir a clase, cher. –Se aclaró
la garganta y dejó de utilizar el acento cajun–. Y no, hoy hay que hacer la
matrícula. Tengo que pensar las asignaturas que voy a coger el próximo
semestre.
–Genial,
pero necesito que hagas unas cuantas cosas.
–¿Y
qué tiene eso de nuevo?
Sarcasmo,
tu nombre es Seth Gautier.
–Quiero
que lleves de compras a Lali; necesita ropa. Los Daimons quemaron su casa y no
tiene nada, excepto lo puesto.
Seth
alzó una ceja.
–En
ese caso, sus pertenencias son escasas porque me ha parecido que puesto,
puesto… llevaba más bien poco.
Peter
miró a su Escudero con los ojos entrecerrados.
–No
te pongas histérico –dijo Seth, alzando las manos en señal de fingida
rendición–. Ya sé que es tuya y jamás se me ocurría invadir tu terreno, pero
tío, tampoco soy ciego.
–Un
día de éstos… te convertiré en aperitivos para caimanes…
–Ya,
ya. La amenaza tendría más peso si no supiera lo mucho que te gusta darme
órdenes. Si no pudieses mangonearme a cualquier hora de la noche, te volverías
loco.
No
podía negarlo. Las noches se hacían especialmente tediosas y largas cuando no
había Daimons que perseguir, y fastidiar a Seth a las tres de la mañana hacía
que fuesen algo más entretenidas.
El
Escudero sacó su Palm Pilot y comenzó a tomar notas.
–Vale.
Misión secreta: llevar a la chica de compras. –Cuando acabó de escribir alzó la
cabeza y miró a Peter–. Por cierto, quiero un plus de peligrosidad este mes.
Odio los centros comerciales.
Peter
se rió.
–No
hay más que mirarte para darse cuenta.
Seth
fingió que el comentario le había dolido y lo miró simuladamente ofendido.
–Perdóneme,
señor Armani. Es que me gusta la moda grunge.
–Lo
siento, siempre se me olvida que ahora está de moda vestirse como si acabases
de salir de debajo de un contenedor de basura.
Seth
continuó haciéndose el ofendido y le contestó con un fingido tartamudeo.
–¿Por
qué no te vuelves a la cama de una puñetera vez y utilizas todo ese encanto con
tu mujer? Porque si sigues fastidiándome voy a acabar clavándote una estaca… –y
en voz muy baja añadió–…mientras duermes.
Peter
cruzó los brazos delante del pecho.
–Vale,
te daré una paga extra, pero no te pases con Lali. Los comentarios sarcásticos
los reduces al mínimo.
–Sí,
¡oh gran Amo y Señor! –dijo al tiempo que añadía otra nota–: Ser agradable con
la chica; mantener la boca cerrada. –Y volvió a mirarlo–. Por cierto, ¿algún
límite de dinero para las compras?
–No.
Todo lo que ella quiera gastar.
–Visitar
tiendas pijas y Lord and Taylor. Muy bien, ¿algo más?
–Tráela
de vuelta antes de que oscurezca o voy a usar tu pellejo cajun para dar de
comer a los caimanes de Paul.
El
miedo chispeó en los ojos de Seth. El muchacho odiaba a los caimanes,
aunque Peter no sabía por qué.
–Vale,
eso sí me ha asustado.
–También
quiero que vayas a casa de Paul y recojas un srad. Cayo no se imagina la
sorpresa que vamos a darle.
Seth
tembló ante la mención de las dagas circulares de Paul. Eran armas muy antiguas
y, a su lado, un Ginsu parecía un simple cuchillo para untar
mantequilla.
–¿Sabes
cómo usar esas cosas?
–Sí
–le contestó Peter, respirando hondo–. Necesito dormir. Seth, lo más importante
es que cuides de Lali.
Seth
apagó la Palm Pilot y la colocó en la funda del cinturón.
–Te
gusta, ¿verdad?
Peter
no contestó; no se atrevía. Ninguno de los dos necesitaba saber la respuesta.
Dándole la espalda a su Escudero, salió del despacho y se dirigió al
dormitorio.
Tras
darse una ducha rápida, Lali regresó en silencio a la habitación para vestirse,
mientras Peter dormía en la enorme cama con dosel. El lugar estaba
completamente a oscuras, la única luz provenía del baño. Resultaba imposible
saber si era de día o de noche, aunque Peter siempre parecía saber el momento
exacto en que salía el sol.
Se
acercó a la cama para observarlo; la sábana le tapaba hasta la cintura,
ocultando su desnudez. Ufffff, ese hombre tenía un cuerpo… Podría pasarse todo
el día mirándolo, sin cansarse de observar esa piel bronceada y exquisita que
ansiaba explorar con los labios y las manos. ¿Qué había en él que le resultaba
tan adictivo?
Estaba
deseando volver a besar esos labios exuberantes y enterrar las manos en ese
pelo rubio, pero no quería perturbar su sueño. Peter necesitaba recuperar
fuerzas.
Salió
de puntillas de la habitación y bajó las escaleras, camino de la cocina.
La
luz del día se reflejaba sobre las superficies de mármol blanco, dando a la
estancia un aspecto alegre y luminoso. Carmen estaba friendo beicon y Seth
ojeaba unos folletos informativos de la universidad, sentado en un taburete.
De
cuerpo esbelto y muy apuesto, el muchacho no aparentaba tener más de
veinticuatro años. No le vendría nada mal un corte de pelo, pero había que
reconocer que la melena a la altura de los hombros le sentaba muy bien a ese
rostro de rasgos cincelados. Llevaba una sudadera ancha que había visto mejores
días y unos vaqueros desgastados con un agujero en la rodilla.
–Oye,
Carmen –increpó a la mujer sin levantar la vista del folleto–, si cojo español
para el próximo semestre, ¿me ayudarás a estudiar?
–Sí,
e imagino que Peter también te echará una mano.
–Genial
–dijo con ironía–. Entre eso y la Historia de la Antigua Grecia me lo voy a
pasar de puta madre.
–¡Seth!
–lo reprendió Carmen–. Ese lenguaje no es propio de un caballero.
–Lo
siento.
La
mujer puso un plato con beicon, huevos y tostadas delante de Seth y, al darse
la vuelta, vio a Lali de pie en la puerta.
–Aquí
está, señorita. ¿Tiene hambre?
–Un
poco.
–Venga
–le dijo, señalándole el taburete vacío junto a Seth–. Siéntese y le prepararé
el desayuno.
–Gracias,
Carmen.
La
mujer le contestó con una sonrisa.
Lali
se sentó junto al Escudero, que se limpió la mano en los pantalones y se la
ofreció.
–Seth
Gautier –se presentó, con una sonrisa encantadora y llena de hoyuelos–. Más
conocido como Seth-mueve-el-culo-necesito-que-hagas… y ahí es donde la
cosa varía.
Lali
soltó una carcajada.
–Es
un poco mandón, ¿verdad?
–No
lo sabes muy bien. –Seth cogió el móvil, que llevaba en una funda sujeta al
cinturón, y se lo ofreció–. Y hablando de él, me ha dicho que tienes que llamar
al trabajo.
–Gracias.
Mientras
Carmen le preparaba el desayuno, Lali llamó a su jefe y le explicó lo ocurrido.
Afortunadamente, el director se mostró muy comprensivo y le dio dos semanas
libres para que se hiciera cargo de la situación.
Tan
pronto como colgó, comenzó a sentirse mal por la pérdida de su hogar.
–No
puedo creer que incendiaran mi casa.
–¿Su
casa? –preguntó Carmen–. ¿Quién ha hecho eso?
–Las
autoridades lo están investigando –contestó Peter desde el salón.
Lali
se giró y lo vio de pie en la puerta. Estaba muy pálido y parecía incómodo.
Hola mis amores!! como estan??? espero q les este yendo bien!
Bienvenida a Tefy la nueva lectora ,Ana gracias x siempre estar ahi!! capitulo dedicado a ustedes chicas =)
Les gusta el nuevo Header?? me gusto como me quedo jaja
Y recuerden q vamos a hacer otro maraton como dijo Mar (y si ya te apoderaste de mi blog jajaj)
Me pueden encontrar en:
Twitter:@Angie_232alma / @WeLoveYagoCR
Face:Angie Lanzani / Rochii Igarzabal Lanzani
Besos,hasta mañana
Las quiere
An
que asco que este ese idiota que empieza con B en la foto. Gracias por los capítulos estuvieron geniales acabó de terminas de leer la novia rebelde y me encanto pobre todo el final. Besos. Naara
ResponderEliminarMás!! Me encanta!! Peter podrá con Cayo??
ResponderEliminarquiero mas ya tengo mi blog pero quiero segir leyendo
ResponderEliminarana
me encanto, sube mas!
ResponderEliminarAMO LA NOVELA!!
ResponderEliminaray me encanto :3
ResponderEliminarme encantoooo
ResponderEliminarpero me parecio cortito los cap
jaja bueno espero mass.
tefy
bueno un pequeño cambio en el cursos de las cosas da risa lo que hablan jajajajajjajaj
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